Paco Jémez declaró en su presentación en la mañana de ayer como nuevo entrenador del Rayo Vallecano que «volver al equipo madrileño es una oportunidad que mi corazón no me habría permitido perder». Jémez admitió que abandonar al equipo franjirrojo fue una de las «peores decisiones de su vida» y reconoció que el sueño de la permanencia se antoja «muy complicado pero no imposible».

«Hay margen para hacer muchas cosas, mantener la categoría y trabajar. Vengo con la ilusión porque creo que se me quedó el resquemor de que se podían hacer muchas más cosas». Para poder hacer realidad ese objetivo de la permanencia en Primera el Rayo Vallecano debe recortar seis puntos de diferencia con el Villarreal. «No es una tarea fácil porque tenemos poco tiempo y sobre todo cuando estás inmerso en una racha de siete derrotas consecutivas, pero la dificultad no implica imposibilidad», concluyó el preparador canario.