Confiado en que su hijo saldrá vencedor de "la carrera más importante" de su vida, el padre del piloto francés Jules Bianchi, Philippe Bianchi, ha informado este martes de que su hijo sigue "grave pero estable" y que "no se rinde". El joven continúa ingresado en el hospital de Yokkaichi, centro en el que fue ingresado el pasado 5 de octubre y donde fue operado tras sufrir un brutal accidente en Suzuka, durante el GP de Japón de F-1.

Según publica el diario italiano 'La Gazzetta Dello Sport', el padre del piloto ha comentado que los médicos hablan de "milagro" y dicen que "nadie nunca había sobrevivido a un accidente así", por lo que tampoco saben cómo evolucionará de la grave lesión encefálica que padece. El Marussia-Ferrari de Bianchi chocó a 219 km/h contra el tractor-grúa que estaba retirando el Sauber de Adrian Sutil, que se había salido del trazado unos minutos antes.

PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN CON LOS MÉDICOS

En el hospital, Philippe Bianchi ha asegurado que está "viviendo una pesadilla", no solo por la situación de su hijo, sino también por los problemas de comunicación con los médicos. "Aunque son excepcionales y muy amables, no saben responder a mis preguntas por sus limitaciones con el inglés", se ha lamentado. Sin embargo, se ha mostrado confiado en el tratamiento y ha destacado que el neurocirujano Alessandro Frati está convencido de que "no habría recibido un tratamiento mejor en Italia".

Para mantener la esperanza, el padre del piloto tiene como referente a Michael Schumacher, que pasó varios meses en coma y poco a poco se va recuperando del accidente de esquí que sufrió a finales del 2013. Y comparte las palabras de Andrea Ferrari, fisioterapeuta personal del deportista: "Si hay alguien que puede lograrlo, es Jules, con su fuerza de voluntad" y "todo el cariño recibido".