Y van siete. El Club de Hielo Jaca confirmó su condición de rey de copas del hockey nacional tras sumar ayer en plena madrugada el séptimo título de Liga de su historia. Y la alegría tuvo el añadido de la emoción. El suspense mantuvo la máxima tensión hasta la prórroga. La última palabra la pronunció el stick de Palacios. Suyo fue el gol de oro (2-3), cuando el reloj ya alcanzaba las dos de la madrugada, que vale una Liga para el Club Hielo Jaca.

El principio del libro de esta final de desenlace feliz se había escrito en el calor del Palacio de Hielo. Allí el cuadro oscense sentenció la eliminatoria poniendo un difícil de remontar 2-0, gracias a las apretadas victorias aragonesas por 6-5 y 4-3. Pero había que poner la puntilla y, para no retrasar los festejos, se logró al primer intento. Pero la rapidez es sinónimo de facilidad. El Jaca tuvo que esforzarse al máximo, como lo ha hecho en toda la serie, pero esta vez condicionado por un ambiente hostil pero deportivo. El encuentro fue de extrema igualdad y el control en ambas porterías dejaba pocos resquicios para las jugadas de ataque de cada quinteto.

IGUALADA El tiempo reglamentario se cerró con 2-2, gracias a los tantos anotados por Danilo e Igor. El tiempo pasaba y el partido se adentraba en una prórroga de puro nervio en el que el Jaca demostró su mayor experiencia y con un gol de Palacios desequilibró la igualdad. Una victoria que demuestra el absoluto dominio aragonés en esta especialidad.