El CAI Balonmano Aragón pasó por encima del Villa de Aranda Weimar. Los zaragozanos se impusieron con claridad por 33 a 21 en su mejor partido de la temporada. Al final de la primera mitad se llegó 17 a 10.

Los últimos minutos del choque fueron un fiel reflejo de la tranquilidad con la que el CAI solventó su compromiso festivo del Pilar. Rodríguez y Sorli descansaban en el banquillo, mientras que algunos jugadores aragoneses charlaban con Gonzalo Navarro, quien lesionado veía desde la grada el encuentro y jugueteaban con el hijo del técnico Fernando Bolea.

Desde el comienzo, el CAI Balonmano Aragón dejó las cosas claras frente a los burgaleses. El Villa de Aranda Weimar tuvo un comienzo horroroso. En defensa eran unas verdaderas madres . Empezaron con un sistema en 6-0 por el que entraban con enorme facilidad los jugadores aragoneses. Los cambios en 3-3 o 5-1 tampoco dieron los efectos deseados para el equipo burgalés.

En el minuto cinco ganaban los locales por 4-1 y en el 15 el el choque estaba decidido con 10-5. Fue clave la actuación en el centro del ataque del vasco David Rodríguez, de Amadeo Sorli en el contrataque y del galo Corbin en ataque estático. El buen juego del equipo de Fernando Bolea se culminaba con la seguridad bajo los palos de Pablo Hernández y Canzoniero.

DAVID RODRIGUEZ Rodríguez, un magnífico asistente, dio el tempo adecuado al ritmo del cuadro local. Completa junto a De la Salud un magnífico dúo de centrales. El trabajo de Rodríguez lo culminaba Amadeo Sorli, que fue el máximo goleador del CAI con nueve tantos.

El Villa de Aranda se puso a cinco tantos al principio de la segunda mitad gracias a la actuación de los hermanos Camino, pero más por relajamiento del CAI que por merecimientos de los castellanos. Los últimos minutos se convirtieron en un partido de entrenamiento en el que Fernando Bolea dio minutos a todos sus jugadores.