No duda Cristian Álvarez en señalar a Tommy N´Kono, histórico guardameta del Espanyol y entrenador de porteros del club catalán, como uno de los arqueros que más le ha marcado en el fútbol. «Soy tu papá negro», le decía el camerunés al zaragocista, que llegó al conjunto periquito en el 2008 y que transformó allí su manera de jugar, adaptándose al fútbol europeo. «No me sorprende para nada el papel que está haciendo porque es un portero de mucho nivel cuando está con la cabeza bien amueblada, cuando tiene la mente puesta en sus objetivos. Cuando se plantea una meta, si está bien la consigue», asegura N’Kono.

Cinco años trabajaron juntos, hasta el 2013, cuando Cristian se marchó al Rayo Vallecano y no duda N’Kono que el zaragocista es «un ejemplo para mí, porque quiso cambiar su forma de jugar y lo consiguió. Cambió completamente, supo entender lo que es el juego. Cuando uno viene de Argentina a Europa, hay que transformar muchas cosas. Y él siempre quiso. Le insistí en el aspecto técnico y en el táctico», explica el exportero camerunés, que añade: «Una cosa es jugar y otra cosa es entender el juego. Eso lo supo ver. En lo que es un portero con capacidad de adaptación es uno de los mejores que he tenido».

No ha tenido pocos N´Kono en el club catalán, con más de 15 años en ese puesto. «Cuando llegó tenía todas las condiciones para ser un gran portero, pero tuvo que empezar de cero en ese aprendizaje. Tras los entrenamientos me quedaba 30 o 40 minutos con él para trabajar todos los conceptos, fuimos pasando por etapas», relata, dejando claras las virtudes que desde el principio vio en el arquero zaragocista: «A pesar de su altura es muy ágil, tiene una gran capacidad para darse impulso. Y es muy rápido de reflejos cuando está en el suelo. Eso es lo más difícil para un portero. También creo que es bueno en el uno contra uno, sabe encimar al rival, plantarse bien cuando le encara el delantero y reaccionar rápido».

No logró continuidad en aquel Espanyol Cristian Álvarez, que primero se encontró con Kameni y, cuando Pochettino le empezó a dar rol de titular en la 11-12, no tuvo suerte con las lesiones y la irrupción de Kiko Casilla hizo el resto para que pusiera el rumbo a Vallecas en el verano del 2013. «Él, por ejemplo, tiene la capacidad de jugar más adelantado, porque lo aprendió en el Espanyol, el saber cuándo puede dar un paso adelante o atrás. Ese aprendizaje le llevó un tiempo».

En Cristian habita una personalidad peculiar en el mundo del fútbol, porque «es un tipo tan pausado como decidido. En este sentido, es el estilo de portero que quiero tener en mi equipo. En el campo sabe transformarse, puede ser muy pausado en su forma de hablar, pero eso no quiere decir que no domine la concentración y la intensidad en un partido», afirma N’Kono, también conocedor de las razones que llevaron al portero argentino a retirarse algo más de un año del fútbol: «Se retiró un tiempo porque fue honesto con él mismo y con el fútbol, lo que es muy difícil en este deporte, pero ahora lo veo disfrutando, más maduro y, cuando uno se encuentra bien y disfruta, se nota».

Recomendó su fichaje

Volvió en el verano del 2017, cuando el Zaragoza le dio la oportunidad después de que se cayeran algunas otras opciones (Alberto o Caro) y Cristian gritara a los cuatro vientos que estaba listo para regresar. «Siempre le decía que en el fútbol hay que dejar el mejor poso posible en un club, que me podrían preguntar por él en un futuro. Y pasó, porque Mikel (Insausti, preparador de porteros del Zaragoza) me conoce desde hace tiempo y me preguntó cómo era cuando lo iban a fichar y le di mi punto de vista. Algo influiría en que llegara allí, porque les aconsejé sin ninguna duda que lo ficharan».