El 2-0 ante el Manchester United en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones colocó en la primera línea del fútbol mundial al Olympiacos, el equipo que dirige el exmadridista Míchel y en el que deslumbra por encima de todos Roberto, una vez vendido Mitroglou al Fulham inglés. El exguardameta del Zaragoza, señalado por su entrenador como mejor futbolista del equipo en la Champions, ha sido la pieza clave de los éxitos del conjunto griego, que recientemente decidió abonar al Atlético de Madrid los 2 millones de euros que costaba su contratación. En unos meses, el fuenlabreño "En Zaragoza he recibido siempre mucho cariño. Aquí me tienen aprecio, pero, evidentemente, cuesta igualar las cosas que he vivido en Zaragoza y el apoyo que he sentido siempre allí".se ha convertido en uno de los ídolos de la afición del Pireo.

Pese a su campaña triunfal por Europa, Roberto tiene metido al Zaragoza en la piel. Ve algunos partidos, sigue los resultados y mantiene un contacto fluido. "Yo me siento muy orgulloso de haber estado allí, me siento muy ligado al Zaragoza y hablo regularmente con compañeros. El año pasado vivimos algo que a nadie le gusta vivir, pero forma parte de nuestro deporte. También me gusta sentir que se valora el tiempo que he estado allí y el esfuerzo que he hecho por sentir aquello como mío".

Es decir, la idea de Roberto, una vez que parece que el ascenso directo se aleja, es ver los playoff de ascenso en directo. "A final de temporada me gustaría ir para apoyarles en lo que pueda en la recta final. Aquí terminamos la temporada en mayo y mi idea es acercarme y ver la recta final. Deportivamente tuvieron una racha buena, aunque ahora hayan venido algunas derrotas. Pero creo que tienen posibilidades de terminar la temporada muy arriba, si no de alcanzar el ascenso directo, pelear en la liguilla. Creo que están preparados".

O sea, que volverá a La Romareda, un estadio bien parecido al Karaiskakis en el que juega el Olympiacos. Lo ha contado en más de una ocasión Míchel, que jugó un puñado de partidos en Zaragoza, cuando el coliseo aragonés reventaba de pasión. "Es un campo que no es excesivamente amplio en cuanto a aforo (33.334 personas). Es cerrado, con una sola tribuna grande, la afición aprieta bastante y se les escucha. Quizá él haya sentido eso cuando ha estado en La Romareda. Es cierto que puede tener alguna similitud el estadio y el ambiente".

El mejor

La situación deportiva de Roberto ha dado un giro radical en estos meses. De sufrir un descenso a brillar en la Champions; de convivir con la crispación a estar a un paso de ser campeón de la Liga griega; de recoger impotente balones de la red a parar dos penaltis (uno a Ibrahimovic) en dos jornadas consecutivas de la Champions; de dudar en las salidas a dar el pase a su equipo con una espectacular exhibición ante el Benfica. Sus estelares actuaciones lo han convertido, sin duda, en el mejor guardameta del torneo hasta ahora. "A veces las temporadas salen así. Lo importante es trabajar duro como siempre. Afortunadamente están saliendo bien las cosas".

Quizá la noche en la que menos trabajo tuvo fue la del pasado martes ante el Manchester United. "Teníamos muchas ganas de que llegase ese partido. Llevábamos mucho tiempo pensando en ese día y creo que todo salió bien. Los jugadores hicimos lo que tocaba, ellos no hicieron su mejor partido y el resultado está ahí. Se nos ha puesto la eliminatoria quizá mejor de lo que esperábamos", dice Roberto, precavido aún. "Nada está hecho. Sabemos a quién nos enfrentamos y en el escenario que va a ser (19 de marzo, Old Trafford). Vamos a tener que salir de la misma manera porque la eliminatoria no está decantada".