Para España el Campeonato del Mundo fue el paraíso turco. En Estambul el equipo preparado por Lucas Mondelo y con el zaragozano Víctor Lapeña de segundo hizo historia. Conquistó una medalla de plata que sabe a oro frente a las imbatibles norteamericanas. Por eso, tras su derrota por 64-77, todo el combinado español saltó a la cancha alborozado porque era la primera vez que España lograba ese puesto en el Mundial. "Es la primera vez que se consigue este éxito. Por eso lo saboreamos como si fuera un oro", explicaba Lapeña tras llegar ayer por la tarde a Madrid.

Para Víctor Lapeña era su noveno metal con España. Ya se ha convertido en un especialista de entrenar equipos femeninos. El técnico aragonés comenzó su trayectoria con las diferentes selecciones femeninas en el año 2007. Desde entonces ha conseguido el póker con los oros de los Europeos U-16, U-18, U-20 y el equipo sénior y tres platas mundialistas. "Teníamos que ser un partido perfecto para ganar a Estados Unidos. No bajamos los brazos nunca, luchamos al máximo para hacer un papel muy digno porque contra semejante equipo de estrellas lo único que podíamos hacer era competir a nuestro máximo nivel. Nuestro equipo lucho como locos y solo se les puede batir si tienen un día malo", afirma el técnico.

Lapeña se queda con dos momentos del Mundial. "En la primera fase con el partido de la Republica Checa. Era el último subcampeón del mundo y les sacamos de la pista". El segundo momento es la semifinal frente a Turquía. "Nuestra final fue la semifinal contra 10.000 turcos. Ganamos con todos los elementos en contra. El último cuarto fue memorable. Torrens y Lyttle callaron a todo el pabellón".

El equipo español era una mezcla de veteranía y de juventud liderado por Torrens y Lyttle. "Tenemos muy claro cuáles son las jugadoras que tienen que ganar los partidos. Están en los mejores equipos de Europa y hay jóvenes como Leticia Romero o Olga Rodríguez bregadas en las categorías inferiores que han ganado muchas medallas. Ahora suman experiencia y el relevo está asegurado", reconoce.

Lapeña fue el único representante aragonés en la selección. Al final no fue convocada la base zaragozana Cristina Ouviña. "Hay una gran competitividad en ese puesto. Son mejores las que hay, las que vienen por abajo son muy competitivas y aquí el puesto asegurado solo lo tienen Torrens y Lyttle. Creo que hay que hablar de las que han estado en Turquía. Toda la que quiera estar en este grupo tendrá que trabajar mucho durante el año para hacerse un hueco. Tenemos doce jugadoras que son auténticas guerreras", dice Lapeña.

Las mujeres

El deporte femenino español ha sumado una nueva alegría. "Nuestros jugadores fueron campeones del mundo y subcampeones olímpicos. En el Mundial no pudo ser y nosotras hemos estado para darle la alegría al baloncesto español. Lo que tenemos que hacer es apoyarnos entre todos. Gracias a ellos el status que tiene el básquet español es impresionante", indica.

El técnico Lucas Mondelo ha sido otra de las claves del éxito. "Tiene muy claro el camino a seguir, se deja aconsejar, conoce el funcionamiento del grupo y ha jugado muchas finales. Su bagaje como entrenador tiene su peso en los momentos importantes". Lapeña no piensa en ser un día el seleccionador español. "No pasa por mi cabeza. En la posición que estoy ahora soy feliz y ojalá que esté muchos años en este puesto porque significará que las cosas en este equipo han ido muy bien", afirma.

Lapeña ha preparado este año a la selección sub-17 con la que ganó la plata en el Mundial. "Fue en la Republica Checa y perdimos también con Estados Unidos. Fue un partido muy bonito y estuvimos a puntito de ganarles", reconoce. Ahora se desplazará a Zaragoza unos días para visitar a sus padres y vivir las fiestas del Pilar. "Aprovecharé para llevar a mi niña a las ferias", concluye.