Un problema en las taquillas, absolutamente abarrotadas de aficionados ingleses, originó que el comienzo del choque se demorara un cuarto de hora, ya que si no muchos hinchas no hubieran podido seguir el inicio del mismo. La grada ofreció un magnífico aspecto, con cerca de 40.000 aficionados, de largo el más concurrido de toda la pretemporada del conjunto aragonés.