En medio de todo el conflicto por el proceso de independencia de Cataluña le toca al Barcelona visitar por primera vez en su historia el Wanda Metropolitano, un partido (20.45 horas), en el que, polémicas al margen, dirimen fuerzas dos de los grandes de esta Liga. El Barcelona, tras el parón por las selecciones, quiere mantener su impecable marcha liguera, con siete triunfos, mientras que el Atlético, cuarto clasificado, desea acortar la renta de 6 puntos que tiene el conjunto blaugrana.

No ha ganado nunca Ernesto Valverde, técnico azulgrana, a un equipo de Simeone. Pero ahora tiene a Messi, un jugador «único», capaz de llevar él solo a una mediocre Argentina a un Mundial con una actuación deslumbrante en Quito. Tres goles, el pasaporte para ir a Rusia el próximo verano, un solo entrenamiento y viaje a Madrid para descubrir el Wanda Metropolitano, el nuevo hogar del cholismo y del Atlético. «Si hay alguno, digo alguno, no algunos, que dude en su país creo que ya no quedan», comentó Valverde, asombrado por detectar, en el día a día, algo que no se ve de la estrella argentina.

Se puede intuir, pero no de esa dimensión. «¿Con que me quedo de Messi?», le preguntaron al técnico azulgrana, que se tomó unos segundos antes de responder. «Me quedo con la competitividad permanente y, sobre todo, con su responsabilidad», proclamó Valverde. «Lleva la carga de ser el mejor del mundo y cada día lo demuestra. Y al siguiente, y al siguiente...», añadió después recordando que no le ha dado ni un solo minuto de descanso porque viene de hacer «una pretemporada normal, típica» y porque necesitaba arrancar bien la temporada.

Con un Messi feliz, el Barça ha sumado siete triunfos en las siete primeras jornadas de Liga. Ahora, le toca visitar el nuevo Metropolitano ante el Atleti de Simeone, «uno de los candidatos al título, un rival incómodo», aseguró el entrenador azulgrana.

Iniesta y Alcácer

Valverde no teme ni la hierba alta que pueda dejar Simeone en el nuevo estadio rojiblanco, quien pone la vajilla como él quiere en su casa. «¿El césped? Nos adaptaremos al menú, a la vajilla, a todo...», dijo el entrenador, quien volvió a prescindir de Paco Alcácer (no juega ni un minuto desde finales de agosto) pero, a cambio, recupera a Iniesta. «Es un jugador único, como Leo. Andrés es el emblema del Barça», afirmó el entrenador, convencido de que una victoria esta noche sería un poderoso mensaje de fortaleza en la Liga. ¿Y Arda Turan? Volvió lesionado de Turquía y es, otra vez, baja para el Barcelona.

Además, el técnico barcelonista no considera que por la situación existente en Cataluña el público que asista hoy al Wanda Metropolitano vaya a recibir de forma hostil a su equipo y recordó que «el fútbol está hecho para disfrutar» por lo que no ve «mucho más que todo eso».

En los locales, Godín apunta al once titular junto al montenegrino Savic en el eje. Mientras, Koke, Gabi, Saúl Ñíguez y Carrasco estarían en la medular, lo que conduce al banquillo al ghanés Thomas Partey. La punta del ataque será para el francés Griezmann y el argentino Ángel Correa, tal y como confirmó Simeone.