Las tres victorias consecutivas ante rivales directos han impulsado al Casademont Zaragoza en la clasificación de la Liga Endesa alejándolo del descenso, no de manera definitiva pero sí para permitirle respirar y quitarse un peso de encima. Antes de proseguir frente a otros enemigos de la zona baja, el equipo aragonés viaja a Vitoria para medirse este domingo al campeón de Liga en un partido para soñar (17.00 horas). Una victoria le situaría por primera vez en muchos meses más cerca de los puestos de privilegio que de peligro y, a partir de ahí, quién sabe.

El principal argumento del Casademont Zaragoza es el que ha sustentado su racha en este enero triunfal. El equipo de Sergio Hernández ya es el máximo anotador de la ACB con 88,63 puntos por partido, una media que se ha elevado a los 97,8 en los últimos cinco. Desde luego, mantener ese ritmo anotador le dará muchas opciones, en el Buesa Arena o donde sea. Además, aunque en el histórico el Baskonia sale ganando, el Casademont ha dado más de un susto a los alaveses en los últimos tiempos. Hasta la victoria vasca del pasado mes de diciembre, los aragoneses habían tumbado a los vitorianos en cuatro partidos consecutivos.

El otro factor que quiere aprovechar el Casademont es el desgaste físico de su rival. En los últimos siete días ha disputado tres encuentros, cayó con estrépito en Valencia, cedió en la pista del Asvel y tumbó en casa al Zalgiris. Con la temporada avanzando hacia su segunda parte, las piernas empiezan a estar cargadas. No obstante, Dusko Ivanovic puede contar hoy con todos sus jugadores. En el Casademont continúan las bajas conocidas de Krejci, San Miguel y Thompson.

En la primera vuelta, hace un mes, el Baskonia se impuso en el Príncipe Felipe por poco (89-92) en un partido en el que los locales estuvieron siempre cerca pero lejos de la victoria. Fue la última derrota del Casademont. Ese día no pudo jugar por molestias el mejor jugador azulgrana, Achille Polonara (11,4 p untos, 5,7 rebotes, 15,3 de valoración), pero tampoco estaba Elias Harris, que ha elevado el nivel aragonés. Ahí se dirimirá una de las claves del partido.

Por dentro habrá una dura e interesante batalla entre los 2,21 de Youssoupha Fall y el ritmo taponador de Triggvy Hlinason. Además, el Baskonia cuenta con una pareja de bases de primer nivel, Vildoza y Henry, y exteriores resolutivos como Dragic o Giedratis. No obstante, el cuadro vitoriano es cuarto con 15 victorias, pero no puede descuidarse porque tiene a Burgos y Valencia pisándole los talones con 14.

El partido del Buesa Arena va a suponer una dura prueba para el Casademont Zaragoza, que debe mostrar su mejor versión para tener opciones de triunfo. Los aragoneses llegan sin presión, sin la necesidad de ganar por las exigencias de la clasificación, sin nada que perder. Su misión es saltar a la pista para mantener la versión mostrada en las últimas semanas y buscar una sorpresa que pueda abrirle de par en par las puertas a pensar en algo más que en no estar abajo.

Al Casademont Zaragoza le queda una semana antes de parar para la Copa y para una nueva ventana FIBA, un último esprint que puede marcar la parte final de la temporada del equipo aragonés antes de coger fuerzas para afrontarla. Una victoria en Vitoria sería un plus y un alegrón en una temporada muy difícil. El de hoy es un partido para soñar y hacerlo a lo grande.