No puede evitarlo. Vive en Rusia desde hace semanas, pero su memoria viaja a Sudáfrica. Tras completar una excelente temporada con el City de Guardiola y convertido, sin discusión alguna, en el faro de la España de Lopetegui, David Silva ha viajado al pasado. Muy a su pesar y aunque no lo diga públicamente Pero tenía, o eso creía, la sensación de que lo había dejado tan atrás que ya no volvería nunca mas. Pero el fútbol, caprichoso como es, no le ha dejado tranquilo.

Hace ocho años era titular en la España de Del Bosque que debutó con derrota ante Suiza en Durban. Aquella derrota le costó el puesto a Silva, ese habilidoso y mágico jugador canario, que parece haber nacido para el estilo, el moderno estilo, de La Roja. "Lo que nos ha llevado a los éxitos ha sido tener el balón", confesó con Hierro a su lado, sintiéndose en el centro de las críticas, como le ha pasado también a Iniesta. O sea, los guardianes de la esencia son los primeros en comparecer en el escenario de los reproches.

"Eso de las críticas se ha hablado bastante. Somos profesionales y nos tenemos que dedicar a jugar y cambiar las opiniones", apuntó luego con aire cansado por tanto alboroto. Pero Silva lo tiene muy claro. “A veces las críticas no son merecidas. Llevo 12 años aquí y estoy acostumbrado", subrayó el fino y elegante futbolista del City, a quien le ha costado hallar su sitio en esta España que dirige Hierro aunque la autoría ideológica pertenece, como es obvio, a Lopetegui. "Somos profesionales y nos tenemos que dedicar a jugar y cambiar las opiniones", añadió sin querer alimentar la polémica.

¿IRÁ AL BANQUILLO?

Bastante tiene Silva con mantener su lugar en el once inicial. Ha sido titular en los tres partidos de la primera fase, pero asumiendo dos roles distintos. Ante Portugal y Marruecos ejerció de falso extremo derecho, pegado inicialmente a la banda para asociarse luego por dentro. Frente a Irán, sin embargo, ejerció de volante derecho, de improvisado socio de Busquets en ese puesto que no tiene dueño fijo.

Anda el jugador canario preocupado porque Hierro, y a pesar de que se lo preguntaron directamente en un par de ocasiones, no confirmó su titularidad. Sí lo había hecho con Diego Costa y De Gea. "¿Jugará Silva¿ Jugará Silva? El domingo a las cinco de la tarde se verá", se limitó a decir el entrenador. Pero todos saben que si la luz de Silva no brilla deja a España a oscuras.