Lleva dos semanas el Zaragoza con la sensación del corredor que está muy próximo a la meta, pero los últimos metros se están haciendo interminables. Una victoria ante el Racing o frente al Valencia habría supuesto cruzar en la práctica --no en la teoría matemática, que habla de unos 43 puntos-- esa cinta de llegada, pero el conjunto aragonés no pasó del empate con los cántabros y cayó frente al actual líder, por lo que dejó los deberes para su visita de hoy a La Catedral, donde le espera un Athletic sólido en casa y con urgencias de victoria para asegurar cuanto antes su billete europeo.

Existe la sensación generalizada, tanto en la plantilla como en el club, que el Zaragoza estará seguro en la élite la próxima temporada. Esa confianza se ve refrendada tanto por los siete puntos a falta de seis jornadas que le distancian del Espanyol, primer ocupante del tren con destino al Infierno , como por la irregularidad que transmiten los periquitos y el Celta, el otro gran candidato al descenso teniendo en cuenta que la plaza del Murcia está más que garantizada. De todas formas, bien haría el conjunto aragonés en despejar dudas y sellar lo más pronto posible su salvación para no dejar paso a los nervios de última hora. Estos no son nunca buenos consejeros...

DIFICIL ESCENARIO Y LLUVIA Para evitar que aparezcan, el Zaragoza, que cayó frente al Valencia después de siete jornadas consecutivas sin saborear la hiel de la derrota, tiene que recuperar la senda del triunfo en uno de los mejores escenarios de Primera, que puede contar con la dificultad añadida de la lluvia, tal y como anuncian las previsiones. Muchos futbolistas admiten que es todo un placer jugar en La Catedral, donde hoy debutarán Láinez, Milito, Ponzio, Villa, Cani y hasta Generelo, aunque éste deberá esperar a la segunda mitad, mientras que lo podría hacer también Soriano, pero dado lo poco que ha contado para Víctor... Y la verdad es que es difícil imaginar mejor lugar para presentar credenciales, para acreditar que se tienen condiciones ante un público que siempre fue agradecido si se le ofrecen sorbos de buen fútbol.

Otra cosa es que el Athletic lo permita. El conjunto bilbaíno no está para concesiones, se juega en seis jornadas el retorno a Europa y sabe que en los cuatro partidos que debe afrontar en San Mamés tiene la llave. De hecho, es en su feudo donde posee su bastión. Allí sólo ha perdido tres partidos --ante Valladolid, Barcelona y Racing-- de los quince que disputó, para sumar 30 puntos sobre 45 posibles. Buenos números como local, sin duda.

Para la difícil tarea de sacar los tres puntos en La Catedral Víctor apostará por su once de gala. Lo permiten las lesiones, más que respetuosas con el equipo este curso, y así lo ha dictaminado el peso de cada jugador en la plantilla, ya que el técnico siempre tuvo claro cuáles eran diez de los once titulares. Su única duda, hasta ahora y también está tarde, es la banda derecha, donde Cani y Galletti llevan pugnando mucho tiempo por la plaza. Atendiendo a lo hecho a lo largo de la semana, lo previsible es que juegue el Niño , que repetiría titularidad, aunque no sería la primera vez que el entrenador sorprendiera en la única baza que se esfuerza en ocultar.

Sea Cani o Galletti el titular, el Zaragoza tiene que salir a buscar una victoria tranquilizadora para vivir en paz en las últimas cinco jornadas del campeonato. A la tercera debe ir la vencida...