Mañana llega el Día del Raquetista. El privilegiado escenario será el valle de Pineta. Lo organiza la territorial junto al Club Atlético Sobrarbe, la entidad montañera que tiene su sede en Aínsa. Será la primera actividad de fuste en la que esté presente Alberto Bosque, el nuevo presidente del club desde hace dos semanas. «A mediados de enero se llevó a cabo la asamblea del club y me nombraron nuevo presidente. Sustituí a José María Lafuerza, que ha dirigido la entidad en los últimos cuatro años. El Ayuntamiento de Aínsa le homenajeó hace pocos días con la Cruz del Sobrarbe», explica Alberto Bosque.

El Club Atlético Sobrarbe cuenta con 900 socios. «Dinamiza la vida deportiva y social de la comarca. Se practica escalada, senderismo, montañismo, judo y BTT. Nuestra actividad reina es la Gran Trail del Sobrarbe, que se disputa a finales de junio y ya tenemos cerrado el cupo de 800 corredores».

Bosque nació en Zaragoza hace 52 años, pero vive desde el año 1987 en Plan y se considera un montañés más. «Primero fui trabajador social durante 14 años. Ahora soy administrativo del Ayuntamiento de Plan y he publicado con Prames un libro de senderos de Chistau. También llevé las pistas de esquí de fondo de Pineta cinco años».

Mucho ha cambiado este paraíso que es el valle de Chistau desde que Bosque llegó a él. «Los servicios y las carreteras han mejorado mucho. Te tiene que gustar la montaña para vivir aquí. Más que la dureza del frío y el medio natural, aquí lo importante es el tema social en un pueblo tan pequeñito», explica Bosque, que reconoce que «sigo en activo, practico esquí de montaña y he colaborado en los cuatro libros de Jorge García Dhinix sobre esta especialidad deportiva», apunta.

Comarca espectacular

La comarca del Sobrarbe es un territorio espectacular. Aquí se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido con los valles de Ordesa y Pineta, los cañones de Añisclo y Escuain y el valle de Chistau coronado por el macizo del Posets. Es un terreno virgen en el que no hay una estación de esquí y en el que se encuentra el único río virgen del Pirineo aragonés: el Ara, que nace en el Vignemale y desemboca en Aínsa.

La Federación Aragonesa de Montañismo eligió en su undécima edición el idílico valle de Pineta para realizar el Día del Raquetista. «La territorial quería ir a Pineta y, como somos un club de la zona, contactaron con nosotros. Es un destino clásico y una de las zonas más bonitas de la comarca del Sobrarbe. Aquí tenemos la comodidad del acceso y estará bastante limpia la carretera hasta el Parador de Pineta. En Chistau se puede ir a Viadós o Tabernes, pero son diez kilómetros de pista y con hielo el acceso puede estar más complicado».

Se espera que se junten más de un centenar de aficionados a las diez de la mañana en el párking de Pineta. «El pronóstico del tiempo da nubes y claros. Es un recorrido muy chulo para ir con raquetas. Será una ruta de diez kilómetros», explica Bosque. Ayer fueron a reconocer el terrenos tres voluntarios del CAS. «En principio no tiene que haber problemas, pero puede haber riesgo de aludes. El circo de Pineta es un sitio delicado y el martes había un riesgo de aludes de 4 sobre un máximo de 5», afirma.

El objetivo de los raquetistas es hacer un paseo hasta los Llanos de La Larri. «Es un valle colgado a la derecha de Pineta. Tenemos tres opciones. Hay una pista forestal que da la vuelta al circo. Es la más cómoda, pero tiene peligro de aludes porque pasa debajo de las paredes. Hay otro sendero que va por las cascadas a La Larri, pero es más empinado para ir con raquetas». El grupo elegirá una tercera opción. «Iremos directamente por el centro del valle, en un recorrido por el bosque y después se coge la pista. Así se evita la zona peligrosa», añade.

Una vez que lleguen a La Larri se adentrarán hasta el fondo de este valle. «Hay una magnífica atalaya en la que se ve el glaciar del Monte Perdido, el Soum de Ramond y el Cilindro». Tras descender comerán en el refugio de Pineta. «Es una sencilla excursión de cuatro horas con un desnivel de 350 metros. Entre los clubs de Nabaín y del Atlético Sobrarbe estaremos diez voluntarios», dice.

Las raquetas es una especialidad muy agradecida. «Es la mánera más fácil de desplazarse por la nieve y no requiere el aprendizaje del esquí de fondo y de montaña. Es perfecto para perfiles suaves y no te puedes meter para grandes pendientes. Para practicarla hay que conocer la nieve en invierno y aplicar las mismas normas de seguridad que en verano», concluye.