El Real Madrid disfrutó del partido más cómodo de la temporada en el Santiago Bernabéu, vapuleó a un Granada derrotado desde el inicio (5-0) y sin argumentos para plantar cara al líder, que prolonga su estado de gracia e iguala el récord del Barcelona de Luis Enrique: 39 partidos consecutivos sin perder.

Paseo del Real Madrid en su regreso a la competición doméstica frente a un rival que fue un juguete en sus manos, sentenciado en veinte minutos, víctima de sus ausencias importantes y la falta de intensidad. La presión inicial y la ambición de jugadores en racha marcó la plácida mañana en el Bernabéu.

Isco rompió el partido en una acción de presión. Samper cometió un grave error en la salida de balón, acabó perdiendo la pelota en zona prohibida y Benzema asistió para que el malagueño, en carrera, superase con facilidad por bajo a Ochoa. El mexicano veía lo que le llegaba. El Real Madrid se desataba con Marcelo y Carvajal instalados como extremos. Cualquier deseo de inquietar a Keylor Navas era una utopía para un Granada que siempre llegó tarde. Un disparo a las nubes de Pereira fue el amago de reacción antes de que el duelo quedase sentenciado. Modric chutaba desde la frontal y el balón muerto dejado por Ochoa lo convertía en el segundo Benzema en posición antirreglamentaria.

Marcelo, que cumplía diez años del día de su debut en el Real Madrid, dio un recital. Se inventó el tercero enlazando detalles de alto nivel técnico antes de poner un balón medido en la cabeza de Cristiano. El devorador de récords ya tenía su primer tanto del 2017 ante la pasividad defensiva del Granada.

Tras varias paradas de mérito de Ochoa, volvía a ser superado en una asistencia perfecta de Modric a Isco. El Real Madrid finalizaba con facilidad todas sus acciones ofensivas y hasta acarició el triplete con un disparo desde la frontal que sacó como pudo el portero del Granada. Kroos y Modric pudieron firmar la manita antes del descanso. Llegaría en el segundo acto, con Zidane concediendo descansos. Sentó a Kroos para que James jugase toda la segunda mitad. Isco sufrió un golpe que le impidió seguir y saltó Marco Asensio. Y hasta Coentrao tuvo minutos para reservar a Marcelo. El partido no cambió nunca su panorama. El líder mantiene su firmeza y ambición, con nuevo récord en el bolsillo.