El senderismo es la gran pasión del Centro Excursionista Ribagorza (CER). Para la mayor parte de sus 450 socios, andar entre montañas, lagos, bosques y praderas es una forma de vida divertida y saludable. Esta entidad es la más grande de la comarca de La Ribagorza en una localidad de 3.300 habitantes como Graus que es la puerta de entrada de las grandes montañas de los valles de Benasque, Chistau y Ordesa.

El club altoaragonés cumplió el año pasado sus veinte años de vida. «Es en esa fecha cuando un grupo de amigos aficionados a la montaña puso en marcha un pequeño club excursionista lleno de ilusión y proyectos que ha cristalizado en lo que es en la actualidad», explica Carlos Bravo, el actual presidente. De aquel grupo inicial fueron presidentes de la entidad Jesús Sampériz, Pedro Lara y Agustín Salinas. «De todos aquellos estusiastas merece mención especial Santi Baldellou, que continúa organizando las etapas del G.R.-11 que se recorren en la primavera y el verano de cada temporada», explica el presidente.

Bravo tiene un recuerdo especial por Enrique Canellas, que fue presidente doce años. «Dirigió el club desde el 2003 hasta el 2015. Lo queríamos mucho, pero falleció de un cáncer. Desde su muerte organizamos un memorial ascendiendo todos los años a la cima del Turbón», indica. Cuando sucedió esta desagradable noticia Bravo era el vicepresidente. «Nací en Torres del Obispo hace 58 años, pero me fui a trabajar a Barcelona. Desde el 2001 regresé a mi casa y me vinculé al club de manera paulatina», explica este profesor del instituto Baltasar Gracian de Graus.

Ya lleva dos años como presidente del CER. «Aquí destaca la labor de equipo y no somos un club presidencialista. La vicepresidenta es Marta Pinto, la secretaria Ana Lacambra y el tesorero Pepe Gairin», afirma. Una de las jornadas más importantes es la clásica entre el Hospital de Benasque y el Hospice de France en Luchón. «La realizamos el pasado 22 de julio. La hacemos por el Portillon de Benasque y el Puerto de la Picada y este año llenamos un autobús», explica. También es muy importante el Memorial Enrique Canellas. «Fuimos medio centenar de personas y realizamos el homenaje en el refugio de La Plana. La familia de Enrique leyó un texto, una chica tocó la gaita y algunos subimos al Turbón».

Carlos Bravo explica la filosofía de esta entidad. «Nuestro objetivo es salir al monte, disfrutar de la naturaleza, conocer el patrimonio, visitar iglesias románicas y construcciones tradicionales y fomentar la convivencia. Hay muy buen rollo. No dejamos atrás a nadie y no fomentamos la competitividad», explica. Tienen una magnífica relación con los clubs de las localidades próximas. «Hace cuatro años realizamos un encuentro de clubs y hacemos excursiones conjuntas con Montañeros de Aragón de Barbastro, Club Atletismo Sobrarbe, Navain y Club Litera Montaña de Binéfar», apunta Bravo.

A lo largo de la temporada realizan una veintena de salidas senderistas. «La próxima ruta será el 24 de septiembre desde el Puerto de Sahún a los ibones de Barbarisa y final en Guayente. Junto al CA Sobrarbe realizaremos una excursión conjunta en octubre de Viú a Laspuña». También se realizan a actividades paralelas. «El pasado 2 de abril realizamos la comida campestre anual en Capella en una peña gastronómica. Y en diciembre se celebra la cena anual del club. Este año fue un cáterin en un local del ayuntamiento de Graus». También se organizan dos salidas invernales con raquetas.