Miguel Antonio Esteban (Zaragoza, 30 de mayo de 1995) quedó tercero en la Baja Aragón, en la categoría FIM de quads, y junto al también aragonés y su compañero, David Gómez, que quedó segundo en la OPEN de quads, fueron dos de los más destacados pilotos aragoneses de esta edición. Pero Miguel Esteban no lo tuvo fácil y sufrió alguna complicación, algo habitual en esta prueba, debido a una caída que tuvo el sábado por la mañana. «Iba cuarto, más adelante pasé a ser séptimo y entonces fue cuando me caí. Pensé que ahí lo había perdido todo, pero como es una carrera de tantos kilómetros a todo el mundo le termina pasando de todo y tuve además un poco de suerte y quedé tercero».

Su caída le hizo competir con dolor el resto de la carrera. «El sábado por la mañana fue muy duro porque tuve la caída y ya no iba concentrado, rompí el manillar del golpe y me quedé sin frenos, así que no podía correr mucho. Por la tarde fui mejor, pero el domingo por la mañana me dolía mucho la muñeca, además de la espalda y se me hizo eterno el día». Tanto el sábado como el domingo el recorrido de la prueba transcurría por muchos barrancos y ríos, a lo que se sumó el polvo que levantaban los camiones y coches que habían pasado antes.

Miguel Esteban terminó su participación en la Baja Aragón muy contento consigo mismo y con la labor del equipo, pues pudo lograr el objetivo con el que llegaba a la prueba. «Quería quedar tercero porque el año pasado quedé en esa posición, pero sabía que había cuatro pilotos muy fuertes así que la intención era la de quedar entre los cinco primeros. Sabía que iba a estar muy complicado pero terminé muy satisfecho». Miguel Esteban ha participado en cuatro ediciones de la Baja y a una no pudo asistir debido a una lesión en el pie. Corre en varias competiciones de quads al año, «unas siete u ocho, varias de ellas en Cataluña», y este 2018 fue a la Baja de Portugal, donde quedó el 12º de 60. En aquella carrera tuvo también una avería: «Quería quedar entre los 10 primeros, pero perdí mucho tiempo, aunque al final acabé contento».

El gusanillo de la Baja

Su afición por el motor se remonta a su infancia. «Mi tío se compró un quad cuando yo tenía nueve años. Insistí mucho a mi padre para que me comprase uno y al final lo hizo». A Miguel Esteban le interesó el motor desde pequeño: «Me gustaban mucho las competiciones de motos y coches». Y también se interesó por la Baja Aragón, con 17 años fue a la competición, pero como espectador: «Estuve viendo la carrera y me entró el gusanillo de participar al año siguiente». Lo hizo y aquella primera vez en la competición aragonesa fue «muy especial» para él, pese a que sufrió un percance durante la carrera: «Iba tercero y cuando quedaban cinco kilómetros para llegar a la línea de meta, tuve una avería y rompí el quad, aunque para ser el primer año lo hice muy bien»

La pasión de Miguel Esteban por los quads ha sido siempre más un hobby. «Trabajo en una granja y también en el campo, así que no tengo mucho tiempo para subirme al quad». El equipo con el que compitió en esta XXXV edición estaba formado por personas de la zona cercana a Villarreal de Huerva, donde reside. «Es un equipo de amigos, fue todo muy bien salvo algún roce que tuvimos, pero fue fruto de la tensión de la carrera». Para él no hay nada como subirse a un quad: «Me olvido de todo, intento sacar lo mejor de mí y disfrutar».