Al CAI Zaragoza solo le valía ganar y ganó. Tenía que hacerlo al menos por dos puntos de diferencia y lo hizo. Necesitaba dar un paso al frente para reivindicarse en Europa y lo dio. Nada que reprochar pues al equipo aragonés en su primera final europea, se impuso al Telekom Bonn por 15 puntos (90-75) y saltó hasta el tercer puesto provisional del grupo A. El CAI Zaragoza no solo sigue muy vivo en la Eurocup sino que tiene la clasificación en su mano. Ahora empata a tres triunfos con París y Bonn, pero uno de los dos no llegará a los cinco triunfos, ya que en siete días se enfrentan entre ellos, mientras que el CAI sí puede hacerlo. Le quedan Reggio Emilia en Italia y Bamberg en el Príncipe Felipe.

Cuentas al margen, ante el Telekom Bonn se vio a un CAI sólido, convencido y convincente casi siempre. El equipo aragonés explotó más y mejor sus virtudes y mostró un catálogo más amplio de ellas que su rival, un bloque aguerrido, intenso, agresivo por momentos. La defensa germana fue siempre dura, excesiva en algunas fases, pero contó con la permisividad arbitral. Y el CAI Zaragoza no se puso a su altura. Recibió y recibió para desesperación de la grada, sobre todo en un final enmarañado con técnicas, antideportivas y más tensión de la necesaria. Continua y casi al margen de la ley fue siempre la pelea entre Madrich y Katic, aunque al final el gigantón alemán con el que casi se pegó fue con Jelovac. Que acabó eliminado por cinco faltas sin entender lo que estaba sucediendo. Tampoco lo comprendía el público, crítico con los árbitros y agradecido con el esfuerzo del serbio.

Otro que fue ampliamente ovacionado fue Henk Norel, que completó uno de sus mejores encuentros de esta temporada. Puso ganas, muchas ganas, intensidad y continuidad. Y 14 puntos y 7 rebotes para acabar como el más valorado del CAI. Una circunstancia que el equipo aragonés supo explotar, poniendo en valor su juego interior. Katic sumó 15 puntos, Jelovac 13 y Landry, 11. También funcionaron los exteriores, con un Goulding de nuevo acertado y un Llompart magistral buscando el poste.

TIRADORES

La buena combinación de todas sus opciones fue clave para que el CAI doblegara a un rival que abusó de su lanzamiento de tres (intentó hasta 30 triples de los que solo convirtió 7) y que se sostuvo en un imperial Veikalas (28 puntos) y en un habilidoso Caloiaro (16). Además, la agresiva defensa del Bonn acabó provocando que el CAI dispusiera de hasta 37 tiros libres. Desde ahí los aragoneses le sacaron 20 puntos de diferencia a su rival.

El CAI dominó en todo momento tanto el marcador como el ritmo del partido, algo que aún no había sucedido mucho hasta ahora, aunque sufrió a veces con la defensa rival. El equipo aragonés amasó su ventaja en la primera parte y la victoria no estuvo en duda ni cuando el Bonn se acercó a menos de diez en el último cuarto, ni cuando el partido se desordenó y entró en un carrusel de faltas de todo tipo. El CAI demostró que quiere seguir compitiendo en Europa. Todavía no se ha clasificado, aún puede quedarse fuera, pero ayer dio el primer paso en la dirección correcta para conseguirlo.