El campeón del mundo sub-14 de ajedrez, el zaragozano Pedro Ginés, ha asegurado hoy que no tiene sentido pensar que su rival Alexander Krastev se dejó ganar en la última ronda y ha atribuido el error del alemán al cansancio de una partida de más de cinco horas.

"A veces pasa, me pasó mi también el día anterior que perdí con el indio, y dos días antes que tenía ganado al georgiano, estas cosas pasan", ha señalado a EFE, ante la acusación del presidente de la Unión Europea de Ajedrez, el georgiano Zurab Azmaiparashvili.

Ginés, quien ha jugado hoy 30 partida simultáneas de ajedrez en Pedrola (Zaragoza), ha recordado que el alemán estaba "muy triste" tras perder la última partida.

"No tiene sentido pensar que se dejó ganar, ya que estuvo jugando cinco horas y me pidió tablas dos veces", ha comentado.

Pero a Ginés no le valían las tablas, por lo que tuvo que continuar con la partida hasta que su rival cometió un error.

En ese momento, Ginés jugaba con un caballo y un peón contra los dos peones de su contrincante. "Por como era la situación de las piezas no se podía ganar, si el otro se quedaba sin hacer nada, así que el chaval decidió intentar acabar más rápido acercándose con el rey y se dejó un truco de cálculo", ha indicado Ginés.

Es decir, el alemán debía calcular dos jugadas y no lo hizo.

"Obviamente para un jugador de su nivel hubiese sido fácil, pero tras cinco horas y media se le escapó, a veces pasa, me pasó mi también el día anterior que perdí con el indio, y dos días antes que tenía ganado al georgiano; estas cosas pasan", ha detallado

Si no hubiera cometido ese error, probablemente la partida habría quedado en tablas y el alemán habría ganado el segundo puesto.

"Cuando acabó la partida entró un hombre cabreado y enfadado, lo primero que pensé fue que era el padre del chaval, y no le di más importancia, solo pensé que era un señor con mal perder", ha señalado.

Después se enteró de que era el presidente de la Unión Europea de Ajedrez, algo que le sorprendió, ya que considera que la afirmación es una acusación "grave", por la que después ha tenido que pedir disculpas.