No faltaron las chanzas del primer momento por aquello de que su nombre coincide con el recientemente elegido secretario general del PSOE, aunque el fichaje de Pedro Sánchez tuvo poco de broma y así se lo tomó el Real Zaragoza, necesitado de convencer a unos cuantos jugadores para completar la plantilla del renacimiento. A este centrocampista, procedente del Córdoba, lo sedujo Martín González, que andaba detrás de él desde hacía unos años. Lo demás, según explicó el futbolista, fue sencillo. "Se puede decir que ha sido de la noche a la mañana. Ha habido pocos días para rechazar la oferta. Cuando mi representante me dio a conocer la oferta del Zaragoza y la posibilidad de venir a un gran club como este, me lo pensé poco", dijo ayer en su primeras palabras en La Romareda, donde pasará las próximas cuatro temporadas.
Pedro Antonio Sánchez Moñino es un alicantino nacido es Aspe que ha cubierto la mayor parte de su carrera en Segunda División, entre el Alicante (una temporada), el Murcia (tres) y el Córdoba (dos). En todos estos equipos ha jugado mucho, por no decir casi todo, lo que habla bien de su profesionalidad. Él se definió como un hombre "de mucho trabajo", palabras que encajan en el conocido perfil, al que añadió tres detalles: "Soy un jugador rápido, que cae bien al espacio y con algo de gol". Su zona preferida, además, es la banda derecha, aunque también se mueve "por el centro o por la izquierda".
Se presentó ante su nueva afición, poco menos de un centenar de personas, con el sol aplastando la tarde a eso de las cinco y media. Llegó con representante, mujer y hasta suegra y prometió lo justo, con severa sensatez, pese a ser consciente de que en Zaragoza se va a hablar de ascenso desde el primer día. "Vamos a ir poco a poco, no se asciende en agosto".
Después lo condujeron hasta la Ciudad Deportiva. Allí completó su primer ensayo y conoció a Víctor Muñoz, que espera la llegada de unos cuantos futbolistas más para comenzar a levantar un proyecto que está en pañales tras el desastre último, al que no se quiso referir. "Yo no miro atrás, miro hacia delante y sé que este es un gran club y que a muchos futbolistas les gustaría jugar aquí".
