El fútbol podría estar ausente de los próximos Juegos Olímpicos de Atenas. La negativa de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) a firmar de momento el código mundial antidopaje podría desembocar en esa ausencia. La firma del documento es una condición indispensable, según la Carta Olímpica, para que un deporte pueda formar parte del programa olímpico a partir de ahora.

Joseph Blatter, presidente de la FIFA, admitió ayer en París que habían surgido desacuerdos entre su organismo y la Agencia Mundial Antidopaje, encargada de velar por el cumplimiento del código, que unifica criterios en todos los países y en todos los deportes en la lucha contra el dopaje. De los 28 deportes del programa olímpico, 26 ya han sellado su acuerdo con la AMA. Sólo quedan por hacerlo el ciclismo y el fútbol.

"La FIFA no se podrá beneficiar de un régimen especial y deberá aceptar el código tal como está. O todo o nada", aseguró ayer Dick Pound, presidente de la AMA, que se entrevistó el pasado sábado con Blatter en Lausana. "De aquella reunión saqué la impresión de que todo estaba claro", aseguró ayer Pound.

La FIFA no está de acuerdo en la sanción automática de dos años para el primer caso de dopaje y en que la AMA pueda recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) si no está de acuerdo con las decisiones de la FIFA.

LA MEDIDA Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional acordó ayer que los transexuales podrán participar en los Juegos una vez pasados dos años desde la operación de cambio de sexo. "Es probable que en el futuro estos casos sean cada vez más frecuentes y necesitábamos fijar una política el respecto", indicó el director de la Comisión, Patrick Schamasch.