Diez años después de ser destrozada por un terremoto que acabó con la vida de 308 personas, la ciudad de L’Aquila fue el escenario del triunfo de Pello Bilbao en la séptima etapa del Giro. El vizcaíno estrenó su palmarés en carreras de tres semanas al ser el más fuerte de una escapada en la que se metió casi sin querer. El corredor del Astana logró el primer triunfo español de esta corsa rosa, algo por lo que también luchó José Joaquín Rojas. El murciano del Movistar anduvo cerca del triunfo de etapa y por momentos fue maglia rosa virtual, pero no obtuvo premio y se queda segundo. Valerio Conti sigue líder.

El equipo del líder, el Emirates, tiraba del pelotón para salvaguardar la maglia, pues sus esperanzas de ganar al esprint se esfumaron con el abandono de Fernando Gaviria, con dolores en la rodilla. Cuando la ventaja alcanzó los 2.12 que separaban a Rojas del liderato, el Emirates recibió la ayuda del Trek y del Bardiani, pero por delante aguantaron el tipo y a 10 kilómetros de la meta los perseguidores tuvieron claro que la etapa estaba delante.

En ese tramo final, sin cotas puntuables pero muy exigente, se quedaron en cabeza Lucas Hamilton, Davide Formolo, Tony Gallopin, Mattia Cattaneo y el propio Bilbao. Rojas no había dicho su última palabra y destapó las debilidades de cada uno y Bilbao vio su oportunidad. Sus opciones pasaban por llegar en solitario. Pasada la pancarta de dos a meta demarró y en la cuesta final, con un 7% de desnivel, nadie pudo recortarle distancias. Se giró y se supo ganador de la etapa.