Las pañoladas escuecen pero no detendrán el ambicioso proyecto puesto en marcha por Jesús Samper, presidente del Murcia. La construcción de un nuevo estadio, indispensable para que el equipo se asiente en Primera, sólo es la punta del iceberg del pelotazo inmobiliario que el exsecretario de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha dado en la comunidad murciana. Será complicadísimo que John B. Toshack libre al equipo del descenso. Por contra, la buena marcha de los negocios de Samper, con la colaboración Miguel Angel Rodríguez, exportavoz de José María Aznar, está asegurada. La recalificación de un millón de metros cuadrados de terreno rústico es la clave, según un reportaje que publica esta semana la revista Interviú .

"Si tenemos que volver a Segunda, volveremos para intentar estar de nuevo en Primera y quedarnos", ha dicho Samper, socio del Madrid desde 1978 y secretario general de la LFP hasta 1996. Sus intenciones no pasan por abandonar la nave que adquirió en 1999 por medio de su empresa Santa Mónica, que, entre otras cosas, comercializa casi toda la publicidad de los campos de Primera.

Unos meses después, el ayuntamiento de Murcia aceptó recalificar un millón de metros cuadrados de terreno rústico, comprados a tres euros (523 pesetas) el metro y que ahora se venden a una media de 600 euros (100.000 pesetas). Una revalorización del 20.000%. La base para el proyecto Plan Parcial Nueva Condomina, con zonas residenciales, comerciales y deportivas. Una inversión prevista de 870 millones de euros (144.000 millones de pesetas), en la que participa desde julio del 2002, con el 42% de las acciones, la sociedad Lateral Inversiones, dirigida por dos ilustres personajes: Miguel Angel Rodríguez, exportavoz de Aznar, como presidente, y Rafael Cortés Elvira, exsecretario de Estado para el Deporte con el PSOE.

En diciembre de 1999, Samper había utilizado la empresa Sports Management & Project para comprar una finca de 1.105.445 metros cuadrados al norte de Murcia. La sociedad tenía un capital de 9.000 (1.500.000 pesetas) y sus ingresos ese año habían sido nada menos que de tres euros, lo que no fue obstáculo para que Caja El Monte le concediese un préstamo hipotecario de 4,5 millones de euros (750 millones de pesetas) para comprar los terrenos.

No es casual, por tanto, que Samper pusiera sus ojos en una entidad que en 1998 parecía abocada a la desaparición. El ascenso a Segunda el 25 de junio del 2000 vino a demostrar a la afición murciana que los nuevos dueños del club están tan interesados en los mayores logros deportivos como en los éxitos económicos. La vuelta a Primera la pasada campaña lo confirmó, pero a estas horas todo son dudas en torno a la política deportiva de la entidad, responsabilidad del hermano del presidente, Juan Antonio Samper, asesor jurídico del Madrid en las épocas de Ramón Mendoza y Lorenzo Sanz.

Globalización

El gancho para disimular la recalificación ante la opinión pública fue la construcción de un nuevo estadio de fútbol y de un campo de golf que pasarían a ser de titularidad pública. El inicio de las obras, adjudicada a la empresa FCC, está todavía pendiente de la aprobación definitiva por parte del ayuntamiento de la capital murciana.

La presidencia del Murcia ha abierto a Samper el camino de la globalización de sus actividades. Negocia con el gobierno de Albania un importante proyecto turístico y tiene planes de inversión en Puerto Cancún (México). Encabeza un grupo de 24 compañías, con inversiones de cientos de millones de euros, y ha constituido dos sociedades en Suiza: Ibim Holding e Iberchem Holding.