El pasado domingo, Enrique Escuer, presidente de la Asociación Deportiva Peñaflor, festejaba su cumpleaños. Por la mañana fue a hacer una visita al campo de fútbol donde juega su equipo. "Había llovido y decidí darme una vuelta por allí", explica. Pero lo que iba a ser un inocente trámite matinal antes de la celebración de su aniversario acabó por convertirse en una sorpresa repugnante: la puerta de los vestuarios, forzada, y el tejado, de uralita, reventado. La broma pesada continuó en el interior del bar. Sólo uno de los dos calentadores de agua --instalados hace un año-- permanecía en su lugar habitual, el hueco donde hasta ese momento había un microondas estaba vacío y la nevera había sido saqueada. "El robo se produjo la noche del sábado al domingo. Debieron de correrse una buena juerga, porque se bebieron todo lo que encontraron", relata Escuer, quien nada más comprobar el atraco llamó a la Guardia Civil para cursar la correspondiente denuncia. Los hechos quedarían en triste anécdota si no fuera porque, como consecuencia, el hurto del bidón --con capacidad para 200 litros y cuyo coste ronda los 600 euros-- puede obligar a suspender la próxima jornada de la Segunda Regional B que se disputa en este campo, ya que un sólo calentador resulta insuficiente.

Además del conjunto local, sobre el césped del Peñaflor disputa sus partidos el Atlético Nacional, un equipo de ecuatorianos que han encontrado en el fútbol un camino hacia su integración en una sociedad ajena. Y desde el inicio de la presente temporada, actúa como inquilino el Santa Isabel en todas sus categorías, ya que sus instalaciones se encuentran en obras con motivo de la colocación de hierba artificial. "Ahora viene mucha gente. El autor del robo puede haber sido cualquiera", señala con indignación el presidente de esta asociación zaragozana, cuyo equipo suele ocupar la mitad de la tabla.

El siguiente paso que debe seguir ahora Escuer consiste en acudir a la sociedad Zaragoza Deporte Municipal, que rige las instalaciones municipales, para recurrir al seguro concertado y que un perito dé constancia del pillaje sufrido por el Peñaflor antes de que un fontanero reponga un nuevo calentador. "Con tantos festivos esta semana, no sé si nos dará tiempo a solucionar la situación", teme Escuer, que no dudará en invertir todo su esfuerzo para que el Peñaflor pueda disputar su siguiente partido, el sábado a mediodía, contra el Miralbueno.