Las alarmas se han encendido en el Barça. O se han vuelto a encender, si es que alguna vez se apagaron. La derrota en Granada confirmó este sábado que hay un problema. Un punto de nueve posibles en las tres salidas tras la derrota en Granada convierten este inicio de temporada en el peor en los últimos 25 años. En la temporada 1994-95, cuando las victorias aún valían dos puntos, aquel Barça que venía de ganar cuatro ligas consecutivas perdió en Gijón y Zaragoza y empató en Sarrià en las cinco primeras jornadas de una Liga que acabó en la cuarta plaza.

"Es una derrota que preocupa, que duele. Hay que mirar muy bien muchas cosas y hacer autocrítica para mejorar", reconoció un cariacontecido Luis Suárez aún sobre el césped. "Obviamente al empezar perdiendo en los primeros minutos se nos hizo más difícil. Tuvimos posición, pero no contundencia a la hora de rematar ocasiones", analizó el delantero uruguayo.

Ganar fuera se ha convertido en misión imposible para el Barça. No lo logra desde el 23 de abril. En los ocho últimos encuentros, incluida la final de Copa, ni un solo triunfo. Cinco derrotas (2-0 del Celta, 4-0 del Liverpool, 2-1 del Valencia en la final, 1-0 del Athletic y 2-0 del Granada) y tres empates (2-2 con el Eibar, 2-2 con Osasuna y 0-0 con el Borussia Dortmund).. "No hay que mezclar lo del año pasado, porque ya habíamos sido campeones de Liga", objetó el 'nueve'. "Pero los de esta temporada sí que peocupan, por la falta de efectividad y ocasiones".

Como síntoma (o uno de los motivos) destaca que, en las tres salidas ligueras y la de Dortmund, Griezmann no tiró ni una vez a puerta. Haciendo buena su apelación a la autocrítica, Suárez añadió: "Estamos en el Barcelona, hay que salir a ganar el partido y no entrar de la forma que se entra. Estos partidos a lo largo de la temporada te dan la Liga".

Guillermo Amor negó que Ernesto Valverde quede tocado tras la derrota, apeló a la unidad de todos los estamentos del club y recordó que "estamos en septiembre y queda mucho por delante". Sonó muy diferente de las palabras de Suárez: "Nos espera un año largo y complicado".

Valverde

"Puedes perder y puedes ganar, pero cuando pierdes debes merecer ganar. Y no lo hemos merecido", apuntó por su parte un abatido Valverde, quien ve como el equipo se le escapa de las manos fuera del Camp Nou. "Fuera de casa no estamos bien", repitió el técnico en una corta y triste rueda de prensa. Aunque hasta él mismo no tuvo más remedio que asumir lo irremediable. "Estamos especialmente mal", añadió, asumiendo que "nuestro fútbol no ha sido demasiado bueno".

Más bien fue un fútbol plano, insípido y extrañamente deprimente. "Claro que me preocupa. Si sucede esto en cuatro partidos fuera de casa es un síntoma que no estamos demasiado bien", afirmó el entrenador azulgrana, explicando que "hay jugadores que se han incorporado tarde por lesiones". Luego entró en un análisis mucho más táctico de los problemas que sacuden a su Barça.

"Dominamos, pero no lo traducimos en situaciones de gol". Un dominio que no sirvió de nada. "¿Impotencia? Nos falta contundencia en la zona de finalización. Salíamos bien de la presión, pero luego es cuestión de definir la jugada. Ahí no estamos acertados. Ni tampoco concretando. Nos pasó con el Borussia, ante Osasuna..."

Con cuatro delanteros

El problema es que el Barça es incapaz de dominar los partidos cuando se sube al avión. "Me siento responsable de lo ocurrido. Los actores son los jugadores, los que se equivocan y aciertan, pero, al final, siempre te haces responsable". Responsable de que el equipo camine cueste abajo sin recursos. Ni desde el banquillo. Ni tampoco en el campo.

Coincidieron Messi, Suárez, Griezmann y Ansu Fati en el ataque. El joven fue quien más impacto tuvo. Leo, un disparo a puerta de dos; Suárez, tres remates y ninguno entre los tres palos; Antoine, un tiro, que fue interceptado por un defensa. Descorazonador para todos. Y más para Valverde porque al Barça le han perdido el respeto.