Es un comienzo horroroso en los números, con un balance tristísimo de una victoria, ante el Córdoba en El Arcángel, un empate, contra el Granada en La Romareda, y tres derrotas, en Tenerife, en Lugo y ante el Alcorcón en el Municipal. El Zaragoza tiene ratos de buen fútbol, consolida la idea de Natxo González y demuestra tener más llegada que pólvora para marcar, pese a la excelente irrupción de Borja Iglesias, aunque en ataque genera peligro siempre. Otra cosa es la debilidad atrás, sobre todo en el eje, verdadero problema de un equipo que, pese a que se pueda argumentar que tiene más fútbol que puntos, ha firmado el peor arranque en Segunda de su historia, en las 21 temporadas con la actual que ha militado en la categoría de plata. Por si fuera poco, hoy puede caer a zona de descenso si el Córdoba gana al Tenerife y ayer no lo hizo porque el Sevilla Atlético fue incapaz de superar al Rayo Vallecano, en un duelo que acabó en tablas sin goles.

La competición aún anda por su jornada quinta y a esta Segunda la presiden tanto la mediocridad como la igualdad, además de ser una categoría eterna con 42 jornadas de por medio. Así que a la temporada le queda aún mucho por recorrer y es obvio que esas buenas sensaciones que transmite el Zaragoza se deben refrendar en más puntos, pero también lo es que de momento el balance es el que es, con esos 4 puntos de 15 posibles y sin ganar en La Romareda en los dos partidos como local que ha tenido el conjunto de Natxo González.

El Zaragoza, con el nuevo formato de competición de tres puntos por victoria, ha estado un total de siete temporadas en Segunda con la actual, que es la quinta consecutiva desde que llegó el descenso de Primera en la 12-13, el último curso donde ha pisado la categoría, la élite, que por historia, afición y repercusión social le pertenece. En ninguna de esas seis temporadas anteriores pasó las cinco primeras jornadas con solo cuatro puntos y tampoco con tres derrotas en su casillero. El mejor comienzo en este siglo fue el del curso pasado, cuando con Luis Milla el equipo era segundo con 10 puntos. Todo se torció después. Cayó el turolense, llegó Raúl Agné, que también terminó siendo despedido y César Láinez tuvo que sellar una sufrida permanencia.

El resto de comienzos en este siglo tampoco se separan mucho del actual: cinco puntos en la 15-16, donde era decimoctavo y rozaba el descenso con Ranko Popovic, seis en la 14-15, con Víctor Muñoz a los mandos en el banquillo zaragocista, y cinco también y al borde de las plazas para bajar en la 13-14, con Paco Herrera como técnico en la primera campaña tras dar con la triste realidad actual de la Segunda.

LOS ÚLTIMOS ASCENSOS / ¿Y en los dos últimos ascensos del equipo zaragocista? En ambos costó arrancar, por lo que el inicio no fue bueno en ninguno. Con Marcelino García Toral en la 08-09 el Zaragoza llevaba a estas alturas 8 puntos y era sexto, para acabar subiendo como segundo clasificado. Más le costó dar con la tecla a Paco Flores en la 02-03, su Zaragoza solo circulaba con cinco puntos tras cinco citas y era decimosexto, pero también firmó un ascenso a la élite basado en una gran recta final de campeonato.

Un repaso a toda la historia del Zaragoza en Segunda permite asegurar que nunca fue el balance tan malo como el actual tras cinco choques. Sí hubo dos temporadas donde a estas alturas ya llevaba tres derrotas, en la 34-35 tras jugar antes el Mancomunado, y en la 45-46, dos precedentes en todo caso lejanísimos en el tiempo.

En ambas ocasiones firmaba dos triunfos y no se puede olvidar que el fútbol de aquellos años nada tiene que ver con el actual. Y los mejores balances de salida en la categoría de plata los firmó en las temporadas 55-56, 50-51 y 44-45, todas con cuatro victorias y una sola derrota en el inicio de campeonato en Segunda División. Ese bagaje con el sistema de competición actual equivaldría a contar con doce puntos en la tabla clasificatoria.

EN PRIMERA / Así, el precedente de un arranque liguero peor hay que buscarlo en Primera División. Y no hay que viajar mucho, solo siete años. Y es que fue en la 10-11, con José Aurelio Gay como técnico. Entonces, el Zaragoza era colista tras cinco jornadas y no había ganado ningún partido, firmando dos empates, ante Hércules y Deportivo, y tres derrotas, con Málaga, Racing y Atlético de Madrid. Gay duró solo seis partidos de Liga más para ser sustituido por Javier Aguirre, que firmó una permanencia en la última jornada con un triunfo en el Ciudad de Valencia.