La firma de Luis García como nuevo portero zaragocista para las tres próximas temporadas supuso una pequeña alegría para Víctor Muñoz, que verá cómo uno de los cinco refuerzos que pidió cuando el equipo echaba a andar en la pretemporada el pasado domingo será presentado esta mañana (11.30 horas) y ya estará el sábado en Nyon --viajará junto a Miguel Pardeza--. "Es necesario completar el equipo y a mí me habría gustado que ya lo hubiera estado el pasado 11 de julio", advirtió Víctor, sólo tres días después de pedir esos cinco fichajes, consciente de que la plantilla necesita esas incorporaciones y, por supuesto, no vender a ninguno de sus jugadores titulares para afrontar el próximo curso.

"Necesitábamos un portero con experiencia que acompañara a Láinez y Luis García cumple ese papel", señaló en primer lugar Víctor, para después enumerar las virtudes del guardameta nacido en Toledo (23-04-1976) y por el que el Zaragoza ha pagado unos 600.000 euros al Numancia. "Es un portero de proyección, agresivo, con buena capacidad en las salidas y con un carácter ganador. Por eso fue una de las claves del ascenso del Numancia", explicó el preparador.

De cuna atlética

Condiciones no le faltan al guardameta toledano, que se crió en la cantera del Atlético y que tras una exitosa cesión al Xerez, donde estuvo a punto de lograr el ascenso, ha jugado en el Numancia los dos últimos años. Allí se encontró con la competencia de Núñez, pero acabó siendo titular y en su segunda temporada ha sido indiscutible, jugando todos los partidos de Liga y siendo el tercer menos goleado.

Esa competencia con Láinez cuenta con un punto de partida: el guardameta aragonés tiene la confianza de Víctor Muñoz en su once de inicio, mientras que al recién llegado parte con la necesidad de ganársela. "Láinez es ahora el titular y Luis García viene a disputar esa plaza. Debe demostrar que la buena campaña que hizo en el Numancia la puede hacer también en Primera, donde no tiene experiencia. Ahora, tiene que ganarse la confianza", explicó el entrenador, que afirmó que dará oportunidades a los cuatro porteros en los amistosos y aseguró que no concibe alternar el puesto de guardameta en las distintas competiciones, ya que "es una plaza muy especial, sólo juega uno y la relación entre ellos debe ser buena. El segundo portero estará para cubrir cualquier contingencia".

Por detrás queda Zaparaín, que será el portero del filial, aunque seguirá trabajando en el primer equipo. Y faltaría Rubén, que no se marcha aún de la concentración en Nyon a pesar de la llegada del nuevo guardameta --"Queremos verlo en directo", dijo Víctor--, aunque es seguro que no continuará en el Zaragoza. Por ahora, el Eibar ha sido el único equipo que ha preguntado por su situación.