El presidente del Real Madrid Florentino Pérez anunció el despido de Carlos Queiroz y la llegada de José Antonio Camacho, que hoy firmará para las dos próximas temporadas. Menos suerte tuvo Samuel, el central del Roma, que pese a haber sido fichado por 25 millones de euros, no firmará su contrato por cinco temporadas hasta que no pase la Copa de América.

Fue un día largo en el Bernabéu, donde se pudo escuchar el mea culpa de Pérez. "No podemos permitirnos un año como éste. Es un día triste para nosotros. Hemos sufrido una gran decepción y eso nos duele en el alma", dijo el mandatario, que anunció que las elecciones serán el 11 de julio y él se presentará.

Como estaba cantado, Queiroz fue fulminado pese a tener un año más de contrato. Pérez reconoció el error de haberle contratado, aunque no varió su postura sobre el antecesor del portugués. "No nos equivocamos en no renovar a Del Bosque, pero sí en contratar a Queiroz. Con él no se han cumplido los objetivos. Nos ha decepcionado. Le faltó carácter y autoridad", dijo.

MANO DURA Esa necesidad de introducir mano dura en el vestuario es uno de los motivos por los que Pérez ha variado el rumbo y se ha fijado en un técnico como Camacho, que responde a un perfil muy diferente al de Queiroz. El nuevo responsable de la plantilla tendrá mucho peso a la hora de contratar jugadores. "Será muy importante en las decisiones que se tomen, aunque no ha impuesto nada. Es de la casa y tiene una autoridad moral que será muy importante", añadió Pérez.

El otro centro de interés fue Samuel. El jugador llegó a Madrid a las 11.30 horas. En la clínica Rúber le esperaba Alfonso del Corral, jefe de los servicios médicos del Madrid, para pasar el reconocimiento médico. Las pruebas se suspendieron, así como la firma del contrato y la presentación. "No será jugador del Madrid hasta el 1 de julio. Ese día pasará reconocimiento médico. Si se lesiona durante la Copa América será como jugador del Roma. Ha pasado por Madrid camino de Argentina y ahí le tenéis", dijo Pérez.

Samuel, el primer central que llega al Madrid con Pérez, apuntó que es consciente de la dificultad que entraña jugar en un equipo tan ofensivo. "No es será fácil, pero no me crea ninguna presión. Estoy muy tranquilo porque para mí jugar aquí es como tocar el techo", dijo el argentino, que puede que no tenga como compañero a Roberto Carlos. Ayer, el brasileño declaró en una cadena brasileña que se va del Madrid.