Entiéndase que ningún escenario de esta Segunda División tan igualada y caprichosa es sencillo, pero el Carlos Tartiere es, quizá, uno de los más propicios para que el Huesca adquiera esa regularidad que se le escapa durante la temporada y gane de nuevo fuera de casa después de dos partidos de vuelta a las andadas a domicilio. Es la gran asignatura pendiente en el equipo oscense para afrontar el asalto al ascenso directo que gobiernan el Cádiz y el Almería. Todos lo reconocen y todos quieren mejorarlo, pero es necesario ponerlo en práctica.

El Huesca visita al Real Oviedo este domingo (18.15 horas, Movistar LaLiga 1) con la ambición de vencer para seguir en la pomada, para dar un paso más en las aspiraciones y un mensaje a sus rivales en ese periodo de indefinición clásico de mitad de enero, cuando la plantilla está en pleno proceso de reconstrucción, tal y como anunció el director deportivo Rubén García esta misma semana.

De todos modos, la columna vertebral está en Oviedo y será la encargada de intentar traerse los tres puntos. Como es habitual en Míchel se prevén pocos cambios con respecto al equipo que venció pero que no convenció contra el Tenerife. Mostró una extraña debilidad al abrigo de El Alcoraz, un síntoma que apenas había evidenciado hasta ahora y que, si se mantiene en el tiempo, puede ser preocupante. La defensa apunta a ser la habitual y en el medio del campo podría regresar Eugeni después de una actuación poco lustrosa de Juan Carlos contra los chicharreros. Dani Raba también tiene opciones, aunque Ferreiro y Sergio Gómez están mostrando un gran nivel. Arriba continuará Okazaki, si bien en la convocatoria se estrena Rafa Mir, que apunta a debutar con la camiseta azulgrana a lo largo de la segunda mitad.

Rival con dudas

Enfrente estará un Real Oviedo mucho más peligroso de lo que la clasificación muestra y con mucho gen competitivo. Viene de perder en Almería mejorando su juego y con un enorme enfado con el VAR que caldeará el ambiente en el Tartiere, pero volvió a mostrar endeblez defensiva, el gran talón de Aquiles de los asturianos.

Además, a falta de la llegada de un delantero, Javi Rozada contará, por segundo partido, con el portero Lunin y el centrocampista Luismi. Ambos fueron titulares en Almería y repetirán. También regresan tres jugadores importantes como el exazulgrana Bolaño, que jugará en principio en el lateral izquierdo, Sergio Tejera y Sangalli. En el banquillo esperará su oportunidad el futbolista con más calidad del cuadro carbayón, Saúl Berjón, tras estar más de dos meses lesionado. En ataque el mayor peligro es el delantero Ortuño, que aunque lleva una mala racha, acumula 10 goles en Liga. H