Alessandro Petacchi, posiblemente el ciclista más veloz del ciclismo mundial, ha venido a la Vuelta Ciclista a Aragón a ensanchar su ya abultado palmarés y ayer, en Barbastro, comenzó su cuenta particular de victorias en esta edición en una llegada que ya conocía a la perfección, por haberse impuesto en ese mismo lugar el año pasado.

No hubo viento de costado y los ciclistas atravesaron el valle del Ebro, desde Calanda a Barbastro, a través de los Monegros, en una jornada sin complicaciones bajo un sol primaveral. Para hacer más llevadero el trabajo de los corredores y evitar cualquier sobresalto a la hora de distribuirse las bonificaciones instaladas en los esprints intermedios, el equipo del líder asumió como buena una escapada de tres hombres que hicieron de avanzadilla la mayor parte de la etapa.

DESDE CASPE El portugués Manuel Martins, el belga Bart Dockx y el español Francisco Gutiérrez organizaron una escapada a la altura del kilómetro cuarenta y nueve de etapa, poco después del paso por Caspe. Como suele ocurrir en este tipo de acciones, su empresa cobró rápidamente cuerpo para rozar los seis minutos de ventaja veinte kilómetros más tarde. Alcanzada esa diferencia, el equipo de Menchov, Illes Balears, y el Fassa Bortolo, con evidente interés en plantear una llegada en grupo en Barbastro, como demostró el desenlace final de la segunda etapa, se pusieron en la proa del pelotón para administrar a la baja la renta de los escapados.

Como si de computadoras con pedales se tratase, fueron laminando poco a poco la ventaja del trío de cabeza hasta sentenciarla a once kilómetros de Barbastro. La aventura del trío había terminado y se abría la veda para los esprinters, que podían batirse en duelo en la primera llegada en línea de la carrera.

Los últimos kilómetros estuvieron dirigidos por los gregarios de Petacchi y, aunque hubo algunos intentos de romper el pelotón, pues el terreno entre Fornillos y Barbastro era sinuoso y con repechos, nadie se escapó del control de los italianos. Se contaba también ayer con la posible reacción de Garzelli para limar diferencias en las bonificaciones. El corredor del Caldirola a punto estuvo de lograrlo, ya que se metió en el esprint final y llegó a alcanzar la quinta plaza, pese a no ser un llegador nato y a las dificultades que entraña la meta de Barbastro.

Se quedó a dos puestos de obtener una bonificación que le hubiera acercado más al líder. Valerio Tebaldi, su director, quiso jugar esa complicada baza y a punto estuvo de lograrlo. Hoy, con una etapa más selectiva y exigente, en la que se instalan las cotas de Cotefablo, Serrablo y Navasa, es probable que el italiano vuelva a amenazar el liderato de Menchov. Le separan apenas cuatro segundos del líder.

SUS OPCIONES Para Garzelli lo ideal sería llegar metido en un grupo no muy numeroso, sin los habituales llegadores, para contar con más posibilidades de éxito. La meta de Barbastro dejó también al descubierto las posibilidades de Strazzer y Angel Edo. Estos dos corredores, que ya han pasado en ediciones previas por esta carrera, no renunciarán a sorprender la desmesurada punta de velocidad de Petacchi. El corredor del Milaneza acabó tres veces el año pasado en la segunda plaza y este año ya lleva una.

Respecto a los dos aragoneses en carrera, Sergio Pérez y José Miguel Elías, vivieron la jornada en el seno del pelotón a la espera de que surja el momento idóneo para dejarse ver. Pérez, que en Valdelinares tuvo una brillante actuación, ayer aprovechó para recuperar. Hoy, con tres importantes subidas, puede ser un buen momento para que los ciclistas muestren todas sus cartas.