Italia entera, pese a que miles de 'tifosis' de Valentino Rossi aplaudieron la caída de Marc Márquez en el ensayo previo a la matinal del Gran Premio de San Marino, elogia hoy la valentía, determinación y habilidad del tricampeón catalán de Cervera para, tras 27 vueltas en las que el liderato fue para el mallorquín Jorge Lorenzo (Ducati, la seis primeras) y el italiano Danilo Petrucci (Ducati, las 21 siguientes), hacerse, en el inicio de la última vuelta, con la cabeza de la carrera y, en la vuelta rápida de la prueba, conquistar su cuarta victoria de la temporada, la nº 30 con Honda en MotoGP, igualando el registro de Rossi con la firma alada, y encaramándose al liderato del Mundial, empatado a puntos (199) con el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), cuando restan cinco carreras y 125 puntos en juego.

Márquez reconoció al concluir la prueba bajo una intensa lluvia y sobre una pista que era un espejo, un cristal, que se había estado reprimiendo durante toda la carrera "pues tenía un poquito más ritmo y velocidad que los demás, pero temía que, tras las 46 caídas habidas en las carreras de Moto3 y Moto2, sufriera yo la cuarta del fin de semana y me quedase con un pie fuera de la pelea por el título". Pero, sí, llegada la última vuelta, emergió el auténtico Marc Márquez, aquel que se la juega "porque ha sido así como he ganado los cinco títulos mundiales que tengo y no pienso cambiar mi manera de correr".

Petrucci creyó que Márquez se conformaría como Dovizioso

Márquez se colocó, a más de 300 kms/h. en plena recta de Misano, tras el colin de la soberbia Ducati de Petrucci y, justo al llegar la frenada de la primera curva del trazado italiano, una veloz de derechas, apuró bestialmente la frenada, superó al conocido cariñosamente como 'Gorila', por su corpulento cuerpo, y ya no se dejó pasar. "Yo creí que Marc pensaría más en el título, en el peligro que era intentar superarme, en el riesgo que comportaba una maniobra así, que en ganar la carrera. Pero me equivoqué y fue tremendamente decidido y determinante en ese adelantamiento. Yo, luego, intenté pasarle en la curva 4, pero él me cerró magistralmente pa puerta. La verdad, si he de definir el momento del adelantamiento he de reconocer que fue como si Marc llegase al salón y apagase la televisión justo en el momento del final feliz de la película, de mi película. Iba a ser mi primera victoria, la que no pude conseguir en Assen, la que me arrebató Valentino (Rossi) y aquí, en casa, me ha quitado Marc".

Petrucci, de 26 años, corría su gran premio nº 95 y, ciertamente, desde el equipo 'satélite' de Ducati, está protagonizando un excelente campeonato, que le tiene situado en la séptima plaza del Mundial , a 95 puntos de Márquez y Dovizioso, que lo lideran con 199 puntos, seguidos de Maverick Viñales (Yamaha, 183), Rossi (Yamaha, 157) y Dani Pedrosa (Honda, 150).

'Petrux' sale al paso de posibles órdenes de equipo inexistentes

Petrucci, además de elogiar a Márquez y su agresividad controlada ("cuando me pasó, me dio miedo"), tuvo que salir al paso, con buenas palabras aunque se le vió con ganas de alzar la voz, sobre la posibilidad de que alguien le criticase haber acabado segundo por delante del teórico jefe de filas de Ducati y candidato al título, Andrea Dovizioso.

'Petrux' explicó que, cuando Márquez le adelantó, 'Dovi' ya había lanzado la toalla y se encontraba muy lejos de ellos (en realidad, Dovizioso fue tercero pero, finalmente, a casi 12 segundos del ganador) y que, por tanto, no tenía sentido hacer algo así. "Hubiese recibido muchas críticas, con razón, y no creo que a 'Dovi' le hubiese gustado ese final", dijo petrucci. "Todo el mundo sabe que soy un deportista limpio y si quiero ganar el título de MotoGP no debo ni pedir ni esperar ayudas de ese tipo", sentenció un educadísimo Dovizioso.