Michael Phelps, el deportista con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, ha decidido aparcar por un tiempo la natación y seguir un programa de rehabilitación para superar su problema con el alcohol, según ha anunciado este domingo en Twitter. La gota que ha colmado el vaso ha sido el positivo que dio la pasada semana cuando conducía por Baltimore.

"Los últimos días han sido extremadamente difíciles. Nadar es una parte fundamental de mi vida, pero en este momento tengo que centrarme en mí", explica en su cuenta oficial. "Me voy a tomar un tiempo para entrar en un programa que me proporcionará la ayuda que necesito para entenderme a mí mismo", agrega. "No es mi primer error de juicio. Estoy muy decepcionado conmigo mismo", reconoce Phelps, que ya fue arrestado en el 2004 por conducir ebrio y estuvo 18 meses de libertad condicional. "Creo que debo hacer el trabajo necesario para aprender de esta experiencia y tomar mejores decisiones en el futuro", sentencia.

El pasado martes, el nadador estadounidense, de 29 años, fue interceptado tras cruzar con su todoterreno la línea continua que delimita los carriles opuestos de un túnel a una velocidad excesiva (135 km/h en una zona de 70 km/h). Los agentes le realizaron el test de alcoholemia, que dio 0,14%, casi el doble de 0,08%, límite Estado de Maryland. El deportista fue incapaz de "fue incapaz de superar de manera satisfactoria una serie de pruebas que permitieran garantizar su sobriedad", según la policía, si bien "colaboró en todo momento".