La dolorosa e inesperada derrota contra el Huelva, la serie de seis partidos perdidos de los últimos ocho y la caída en picado desde el liderato hasta el quinto puesto, han situado de nuevo al CAI Zaragoza con los pies en el suelo. A falta de cuatro jornadas para el final de la Liga regular (Melilla y Tarragona fuera, y La Palma e Inca en casa), el equipo de Alfred Julbe está más lejos que nunca del primer y el segundo lugar, los que determinan el factor cancha en los playoffs . Sin embargo, más allá de la clasificación, la plantilla tiene otra prioridad. "Hemos de encontrarnos a nosotros mismos", argumenta Francesc Sabaté, una línea de pensamiento en la que incide José Antonio Ferrer. "Lo fundamental es que recuperemos la intensidad y la identidad que tuvimos y ahora no tenemos", ratifica el alero.

La plantilla, como hizo Alfred Julbe en la rueda de prensa posterior al encuentro ante el Huelva, le concedió más importancia a la recuperación moral y de juego que a la posición final para afrontar los playoffs . "Lo mejor es acabar entre los dos primeros. De eso no hay duda, pero ese objetivo no debe ser obsesivo. En la Liga hemos tenido fases de juego muy buenas y el camino para afrontar el ascenso es recuperar ese nivel", afirma Sabaté, que en los dos últimos partidos ha retomado aquella seriedad defensiva que lo hizo relevante en el CAI durante más de dos meses.

EL CALENDARIO Para volver a ser los que fueron no hay un tiempo ilimitado. Los plazos se agotan. Hasta el comienzo de los playoffs el próximo 23 de abril, el CAI jugará todavía cuatro encuentros de la fase regular, que comenzarán el próximo sábado en Melilla, continuarán el miércoles 7 contra La Palma en el Príncipe Felipe, la visita a Tarragona el día 14, para terminar la competición el domingo 18 frente al Inca en casa. "La experiencia me ha enseñado que la posición final en la Liga regular no es trascendental --dice Ferrer--. Al Ourense ya le sucedió. Acabó primero y, luego, no subió", añade.

De todos modos y, a priori, el calendario es benévolo para el CAI. No sólo porque sus rivales están situados en la zona baja de la tabla sino porque hay varios enfrentamientos directos entre los equipos de la zona alta. En cuatro jornadas hay cuatro partidos de alta tensión: Plasencia-Granada, Granada-Bilbao, Menorca-Granada y Plasencia-Bilbao. Lógicamente, uno ganará y el otro perderá, y de ello se beneficiará el CAI.

DAÑO ANIMICO "No hay que mirar a los demás --apunta Ferrer--. Lo verdaderamente importante es llegar a los playoffs con el efecto positivo que dan las victorias. Aun así creo que somos un equipo a batir". De aquella racha triunfal de doce partidos ganados y el título de Copa sólo ha quedado el recuerdo y la certeza de que no es imposible repetirla.

"Las derrotas contra el Plasencia, el Bilbao y el Menorca seguidas nos hicieron daño anímico y nos influyeron. Pero somos capaces de volver a jugar a aquel nivel. Claro que somos capaces", finaliza Francesc Sabaté, que como el resto de sus compañeros se ejercitó ayer noche en una suave sesión en el pabellón Príncipe Felipe.

La próxima parada será en Melilla, ante un equipo con sed de venganza por la paliza que recibió en su visita a Zaragoza. Allí, el CAI deberá poner la primera piedra de una reconstrucción anímica y de juego que le deje a las puertas de los playoffs en la condición idónea.