Sigue la tensión en la convocatoria de la selección española en Las Rozas. El tsunami provocado por Gerard Piqué con las declaraciones en las que condenaba la violencia de los cuerpos de seguridad en Cataluña mantiene crispado el ambiente pese a los desesperados intentos del seleccionador Julen Lopetegui y los miembros de la Federación Española de Fútbol. Su presidente asegura que el azulgrana «no dejará la concentración», donde algunos jugadores intentan defender al azulgrana. No es el caso de Sergio Ramos, más distanciado que nunca de Piqué.

La Roja echa humo. Solo después de los grandes enfrentamientos entre Madrid y Barcelona, cuando jugadores de uno y otro equipo se juntaban en la convocatoria con la selección, se habían vivido momentos tan tensos como ahora. Todo ello provocado por la polémica generada por el asunto Piqué, al que algunos jugadores querrían ver fuera de Las Rozas.

Al menos en el entrenamiento de ayer no se escucharon los pitos y los insultos hacia el jugador del Barcelona, tal como ocurrió en el ensayo del lunes. A puerta cerrada, tal como estaba previsto, quedó escenificado el tremendo distanciamiento entre Sergio Ramos y Piqué. Lejos de intentar apagar el fuego provocado por el azulgrana, el capitán de la selección ni siquiera habló a la llegada a la convocatoria. Ahora se le ve alejado de Piqué, sin entrar en sus bromas y lejos del rondo en el que participó el azulgrana. Ramos publicó un tuit en el que se le ve con el mapa y la bandera de España.

En medio de ese panorama, a Thiago y Koke les tocó bailar con la más fea. En su breve comparecencia ante la prensa, el jugador del Bayern le echó un capote a Piqué. «Lo veo como siempre, con el compromiso y la alegría de siempre. Lo que apena es no poder hablar del partido de Albania porque aquí venimos a jugar al fútbol y no a hablar de debates políticos ni de la vida de nadie. Las opiniones personales te las llevas a casa, no las dices aquí», afirmó el centrocampista del Bayern.

Koke, por su parte, mostró su hartazgo por tener que hablar siempre del mismo tema. «Esto ya cansa. Debemos centrarnos en el fútbol», afirmó el jugador del Atlético. No dudó en enviar un mensaje al público de Alicante con vistas al choque del viernes ante Albania, en el que una victoria le daría a La Roja el billete para el Mundial de Rusia. «Es un partido importantísimo. Siempre hemos sentido el apoyo y el cariño del público y Alicante es una ciudad que quiere mucho a la selección», manifestó Koke.

«PIQUÉ NO SE VA»

Para que no faltara de nada, el presidente de la federación en funciones saltó al ruedo para asegurar que todo está bien y que el central azulgrana no se va. «Piqué sigue con nosotros. Seguirá aquí si no tiene ninguna lesión. Estamos encantados de la vida», declaró Juan Luis Larrea. El dirigente aseguró que el ambiente en la convocatoria «no está enrarecido», a pesar de los insultos al central del pasado lunes en el entrenamiento o de que la conferencia de prensa de ayer giró en torno a sus palabras y tuits.

«Los ánimos están muy bien, de verdad. Aquí no hay nada, ningún problema. El grupo está trabajando perfectamente y lo que pretendemos es dar normalidad», añadió Larrea.

A esa tarea se sumó Lopetegui, que reunió a todos los jugadores sobre el césped para intentar frenar la tensa situación creada y mirar únicamente al encuentro ante Albania. «El deporte une y consigue cosas imposibles», afirmó el seleccionador español. También pidió el apoyo del público de Alicante. Mientras, Ramos y Piqué también hablaron para aparcar sus diferencias y buscar entra tanta tensión un compromiso común con vistas el choque del viernes.