El 20 de julio, la fragatina Julia Cuchi, de 18 años, disputó en Eslovaquia el Campeonato del Mundo Junior de piragüismo y completó una meritoria actuación entrando en la final, pero no pudo luchar por los metales. "Aceleré demasiado el ritmo y perdí el control", se lamenta la deportista. Y es que, aunque no lo parezca, entre olas que rompen, montañas que impresionan y una corriente que te catapulta río abajo, la serenidad es una virtud que puede llevarte a conseguir el éxito.

Sin embargo, el pasado fin de semana, Cuchi afrontaba el Campeonato de Europa Júnior de Eslalon en la localidad Bourg Saint-Maurice (Francia), en la modalidad de K1, su segundo torneo internacional en menos de 15 días, y esta vez logró dos medallas, una de oro y otra de bronce, gracias a que esta vez sí mantuvo el control. "Me crucé en la puerta cuatro y en la diez, pero luego aseguré y lo fui arreglando", recuerda Cuchi sobre el descenso que le dio el bronce en categoría individual, que se sumó al oro que ganó en la modalidad de patrullas, junto a sus compañeras Miren Lazcano y Annabel Van Der Kniff.

Nueva categoría

Una corona europea con la que, a falta del Campeonato de España que se celebrará el próximo fin de semana y en el que buscará poner el broche de oro a su temporada más exitosa, se retirará de las competiciones júnior, puesto que a partir de enero pasará a la siguiente categoría, la sub-23. Una nueva etapa para esta aragonesa que reside en el Centro de Tecnificación de la Selección Española en Seo de Urgell (Lérida). "Con un canal olímpico, son las mejores instalaciones de España para entrenar, y las únicas prácticamente". La palista del Club Caiac Baix Cinca de Fraga, se inició joven en el piraguïsmo a través de su familia. "Mis padres eran aficionados, aunque ellos empezaron un poco tarde para dedicarse en serio a esto. Empecé practicándolo con ellos, aunque no recuerdo a qué edad, y a los 12 o 13 años me puse a practicarlo en serio". Su vida ahora gira en torno a este deporte, para el que realiza un programa de entrenamiento exigente. "Hago una sesión diaria entre semana y, los fines de semana, hago dos o tres el sábado y también el domingo", aduce.

El Europeo ha sido un éxito para la delegación española, que ha conseguido siete medallas (un oro, tres platas y tres bronces), pero estuvo a punto de no serlo, debido a que las dificultades económicas que tiene la Real Federación Española de Piragüismo le impedían financiar el viaje a las competidoras. "Teníamos que usar dinero de nuestro bolsillo, pero había familias que tienen una situación mala como la federación, por lo que los técnicos decidieron hacer una página web y boletos para sortear".

Su mayor éxito

Así, obtuvieron todo el dinero que necesitaban y, además, lograron un patrocinador, que aportó 500 euros al bote común, lo que les permitió desplazarse hasta Francia. "El río Isère es el escenario perfecto para una competición internacional de alto nivel. Casi el más fuerte del mundo. Ha sido una competición espectacular", resume la campeona de Europa, que admite que estas dos medallas suponen el mayor "éxito" de su corta carrera deportiva, que el próximo deberá seguir avanzando en la sub-23.