Tanto Jesús García Pitarch como Moisés García León estuvieron en la parte final del entrenamiento del Zaragoza y esperaron a Víctor Muñoz y a sus ayudantes al término de la sesión para reunirse con ellos en las oficinas del club. La sesión fue la más suave desde la llegada del entrenador, porque duró poco más de dos horas, pero más de la mitad estuvo centrada en el vídeo.