El deporte guarda numerosas cualidades que juegan en beneficio de la sociedad. Más allá de la mera competición, los valores que se transmiten sobre las canchas y los campos tienen un objetivo primordial que engloba a todas las disciplinas: disfrutar y mejorar como persona. No importa la modalidad, esos detalles son los que condicionan la calidad humana de cada deportista.

Algunas perspectivas sitúan al rugby como un juego rudo, bruto, carente de atractivo. Quizá el motivo sea porque aún está encasillado en la categoría de minoritario. Nada más lejos de la realidad. Su verdadero encanto reside en sus valores, y es que aquel que prueba enseguida queda prendado. Ayer fue un día importante para el deporte aragonés. Un claro ejemplo de que esos valores más intrínsecos siguen vivos en la sociedad. El Bantierra Fénix Rugby y el Club Deportivo Hispanos del Carmen del Centro Neuropsiquiátrico Nuestra Señora del Carmen rubricaron una colaboración para formar el primer equipo de rugby inclusivo de Aragón. Este plantel estará formado por 25 jugadores de ambos sexos con edades comprendidas entre los 14 y los 40 años.

«Tenemos una magnífica relación desde hace tres temporadas con el Bantierra Fénix Rugby y con esto conseguimos profesionalizar esa unión. Hemos realizado diferentes cursos de formación en nuestro centro y también en el campo del David Cañada. Ahora queremos ser un poco más ambiciosos y sacar adelante ese equipo de rugby inclusivo con el fin de intentar jugar algún torneo», destaca Diego Royo, responsable del Club Deportivo Hispanos del Carmen.

Desde el cuadro zaragozano esta iniciativa es «necesaria» porque «hace referencia a una parte del deporte que hay que tener en cuenta. Nosotros competimos en un deporte minoritario y eso nos da fuerza y, ahora, a ellos como nuevo equipo de rugby inclusivo. Están ilusionados y muy motivados para jugar», cuenta Susana Soto, jugadora del Bantierra Fénix Rugby.

Será una experiencia muy enriquecedora para todos los miembros que conformarán esta plantilla. Uno de ellos, Ricardo Crespo, del Hispanos del Carmen, asegura estar «con muchas ganas» por comenzar a competir. «Gracias a este acuerdo podemos realizar algo diferente en nuestras vidas, algo nuevo en deporte. Además, cada domingo venimos a animar al Fénix, y ahora tenemos la oportunidad de formar parte de la familia del rugby y poder divertirnos junto a ellos».

Ayer se celebró el primer entrenamiento en el David Cañada como muestra de «hermanamiento» entre ambas entidades. Su intención es «hacer un equipo competitivo para poder presentarnos a algún torneo a final de temporada (en abril o mayo)», apunta Adolfo Escolá, coordinador del Bantierra Fénix Rugby. «Queríamos traer esta experiencia a Zaragoza para disfrutar, pasarlo bien y que se visualice la lucha contra el estigma de las personas con enfermedades mentales», agrega.

La colaboración durante estas tres temporadas ha sido muy importante ya que ahora se apuesta por llevar un paso más allá esa relación para que los chicos se sientan más vinculados a la actualidad del club zaragozano. «Es una actividad que está funcionando muy bien y es muy divertida. Además aporta mucho a los chavales y a los monitores porque esta gente es encantadora. Queremos que participen, que sean uno más del equipo y, lo más importante, que disfruten», indica Escolá sobre el acuerdo.