No han pasado ni 24 horas del nuevo proyecto que la empresa del jugador del Barça Gerard Piqué, Kosmos, ha propuesto para revitalizar la vetusta Copa Davis y buena parte del mundo del tenis ha saltado a la yugular de la idea, que de momento cuenta con el apoyo del consejo directivo de la Federación Internacional de Tenis (FIT), presidida por el estadounidense David Haggerty, y de buena parte de los jugadores situados en los primeros puesto del ránking mundial.

"Tal como me ha llegado el proyecto presentado, esto supone el final de la Copa Davis como la hemos entendido siempre. Será otra cosa distinta, pero no la Copa Davis", aseguró a este diario Joan Margets, presidente del comité de la competición durante 16 años, de los 18 en que formó parte de la directiva de la FIT en Londres. "La nueva fórmula elimina completamente las eliminatorias en el caso de los 16 mejores países, que entrarán directamente en esta competición de una semana en una ciudad determinada. Eso aligera el calendario de los mejores jugadores, de cuatro semanas al año a una, pero sitúa en una situación muy difícil a muchas federaciones, que no dispondrán de esas eliminatorias, en casa o fuera, que generaban siempre ese ambiente tan especial", añade Margets.

"El cambio en la Davis es una muy buena iniciativa y ojalá sea un éxito", aseguró el lunes Rafael Nadal, uno de los jugadores que sostienen el nuevo proyecto conjunto de Piqué, la empresa japonesa Rakuten y la federación internacional. Kosmos aportará 3.000 millones de dólares (2.430 millones de euros) en los próximos 25 años, comenzando en el 2019 con sede probablemente en una ciudad china, a razón de 120 millones de dólares anuales, de los cuales 20 de destinarían a premios en metálico para los jugadores de los 18 países participantes (los 16 del Grupo Mundial más 2 invitados). Novak Djokovic es otro de los jugadores top que se ha alineado a favor del nuevo formato, que se pasaría a llamar Copa Mundial de Tenis y designaría al campeón de la avis.

Herida de muerte

"No es un secreto que la FIT destinaba hasta el momento unos 13 millones de dólares al año como premios en la Davis, pero este aumento debe tener en cuenta también las eliminatorias en los grupos zonales. Me preocupa mucho, sobre todo, que se rompan los vínculos con las eliminatorias de todo el año y que quede solo un torneo de una semana", afirma Margets.

Una preocupación que están mostrando ya también medios de Francia, Italia, Bélgica y otros países, sin mencionar a los españoles. "El fin de la historia", tituló el diario francés 'L'Équipe', en referencia a las 107 ediciones celebradas desde el año 1900 de este torneo centenario. "Davis, qué revolución", señalaba 'La Gazzeta dello Sport".

Àlex Corretja, campeón de la primera Copa Davis ganada por España en el Palau Sant Jordi en el año 2000 y excapitán, también tiene dudas sobre el cambio: "Tengo el corazón dividido. Como idea me parece genial, el tenis necesitaba un Campeonato del Mundo, como lo tiene el fútbol, el básquet... cualquier deporte. Si se consigue reunir a los 40 mejores jugadores del mundo una semana al final de temporada, eso será espectacular, pero viéndolo como una Copa Davis me parece que se pierde toda la magia de esta competición. Se acaban los partidos a cinco sets, la intensitad y la emoción que da la Davis".

Corretja entiende que para los jugadores el formato "es mucho mejor", ahora para ellos jincluir la Davis en su calendario era un problema. "Ahora no tendrám motivos para negarse a jugar y tendrán la tranquilidad de un calendario que encaja con el suyo". El excapitán español cree que el formato de dos individuales y un doble, a tres sets, "permitirá igualar la competición. Habrá más países con opciones al título".

Corretja cree que "lo peor del cambio es que los aficionados saldrán perdiendo. Será el más perjudicado. Me refiero a los de cada país, a esa gente que solo tiene la oportunidad de ver la Davis cuando se juega en su país. Como ha sucedido este año cuando España ha jugado en Marbella. Ahora seguir al equipo no será fácil".

Algunos jugadores en activo, no situados en el Top 10 del mundo, también han levantado su voz crítica con la decisión de la federación internacional que ha dividido el mundo del tenis. "Una final Croacia-Argentina en Pekín, ¿qué pasiones va a despertar?", aseguraba en 'L'Équipe' Nicolas Mahut, actual campeón de la Copa Davis con Francia tras derrotar en la final de Lille a Bélgica. El jefe del tenis belga, Gijs Kooken, también se mostró contrario al nuevo proyecto: "Hay que cambiar lo necesario para reforzar la competición, pero despojarla de lo que la hacía única no es el camino correcto para desarrollar el deporte".

No menos contundente se mostró la excapitana francesa, Amélie Mauresmo: "Todo el mundo pedía a la federación internacional una evolución en el formato de la Davis, pero ha reaccionado con una condena a muerte. El espíritu de la Davis desaparecerá totalmente con esta única semana de competición en noviembre". "Yo era el primero en decir que había que renovarla, pero no destruirla", insistió Mahut.