Hay negociación pero no hay acuerdo. El club ya conoce la propuesta de la plantilla zaragocista en el asunto de las primas y sabe que los jugadores apuestan por mantener las cifras del convenio que finalizaba el pasado 30 de junio. Eso se debatió en el Consejo de Administración celebrado ayer en la sede de la entidad, aunque el Zaragoza no está por la labor y pretende rebajar la cuantía de esos premios, algo que ya se hizo saber el pasado lunes a los futbolistas, a través de la comisión que integran Cuartero, Láinez, como capitanes, Milito, Alvaro y Movilla. Así las cosas y a expensas de una nueva reunión entre las partes, que previsiblemente se celebrará a finales de semana, el acuerdo no se presenta demasiado fácil.

El convenio recientemente finalizado contemplaba diferentes premios según las competiciones. Así, cada punto en Liga tenía una prima de 720 euros, en Copa de la UEFA la cuantía iba aumentando conforme se superaban las rondas, el título de la Copa del Rey, conseguido en Montjuïc el pasado 17 de marzo, supuso que la plantilla se repartiera unos 750.000 euros, mientras que la Supercopa tenía un premio estipulado de 300.000, aunque la lograda en Mestalla en agosto está fuera de ese convenio y esa cuantía debe quedar ratificada en la negociación que se está llevando a cabo.

REUNION DEL CONSEJO "Seguimos hablando, pero de momento no hay acuerdo", reconocían ayer fuentes del club. No lo hay porque en la última reunión quedó muy clara la propuesta de los jugadores y también la idea de la entidad, que se remitió al Consejo de Administración para poder contestar de modo formal a la petición, pero ya se les dejó claro que iba a ser muy difícil que accediera a esas condiciones, ya que el peso de la deuda actual del club es demasiado importante. De este modo, la plantilla está a la espera de esa respuesta, aunque a priori no se muestra dispuesta a rebajar sus pretensiones.

La intención de los futbolistas era haber dejado resulta la cuestión antes de comenzar la pretemporada, pero la agenda del club, sobre todo de la persona encargada de negociar este apartado, el consejero delegado, José Carlos Lacasa, hizo que arrancara el curso sin ni siquiera haberse sentado a hablar. La negociación, una vez iniciada, no se ha presentado fácil, aunque el deseo de las dos partes es que está cuestión quede zanjada lo más rápido posible para que el problema no se comience a enquistar.