Cada carrera, cada flexión, cada paso de más o de menos no escapa a su mirada inquisidora. Manuel Lapuente debe planificar y supervisar cualquier detalle en los músculos del Zaragoza. De la preparación física, de la cantidad justa de ejercicios, sin propasarse ni quedarse corto, de su trabajo depende en gran medida el éxito deportivo. Si van las piernas, va el cerebro. Por eso, este mes maratoriano se presenta como una prueba de fuego para la mano derecha de Víctor. Un control que a nadie le pilla por sorpresa. "Hemos confeccionado la planificación física teniendo muy en cuenta este periodo tan intenso. Siempre hay que ver cuándo y en qué medida puedes ampliar o reducir la carga. Hasta ahora quisimos programar más entrenamientos, con dobles sesiones, que ahora no podremos. Sería una locura. Ahora empezamos un nuevo periodo", dice Lapuente.

La reducción de ejercicios aeróbicos, de fuerza y velocidad es la característica que marcará los entrenamientos a partir de ahora. Condicionado por la falta de tiempo por la sucesión de dos partidos por semana, la actividad física se basa en la recuperación pospartido más que en la preparación prepartido. "Habrá semanas de dos o tres días entre partido y partido. No hay tiempo para preparar el siguiente encuentro y hay que centrarse sólo en reactivar el cuerpo después de la carga física de cada choque. Si disponemos de tres días se puede realizar una sesión media, en la que se combina la recuperación y la actividad", recalca Manuel Lapuente.

TITULARES Y SUPLENTES Habrá dos lunes por semana. Es decir, dos días de sosiego, dos respiros para las piernas sobrecargadas de kilómetros. Se acabaron las dobles sesiones. No obstante, el grupo quedará mucho más fragmentado en los entrenamientos, ya que la diferencia de cansancio entre titulares y reservas se acrecienta. "Con los titulares tendremos que preocuparnos más de la recuperación de golpes, de fatiga producidas por la actividad en el campo y por las incomodidades de los viajes, de aligerar la tensión producida por la falta de sueño tras un partido... con los suplentes o no convocados hay que potenciar el trabajo para que no queden atrás y compensar el ejercicio que se hace en un partido, que es el más grande. Necesitamos que todos estén a su disposición. Con ellos haremos una preparación más individualizada", matiza el preparador físico.

Entonces, la orientación del trabajo físico se ve aprisionada por los partidos, pero para ello se ha tenido la precaución de acelerar el esfuerzo en pretemporada. Todo bajo la coordinación de Víctor. "Es una gran ventaja que él también sea preparador físico y podamos coordinar mejor nuestro trabajo", precisa Lapuente, uno de los responsables de que el Zaragoza supere sin la lengua fuera el maratón que se le aproxima.