El CAI Zaragoza lo intentó, peleó hasta el final, se recuperó de un inicio desastroso para llegar con opciones al instante decisivo, pero cayó a manos de Pleiss y Nocioni o, lo que es lo mismo, frente al Laboral Kutxa, lo que da ventaja a los vitorianos en la carrera por entrar en la Copa del Rey a falta de una sola jornada para cerrar la primera vuelta. Ahora los aragoneses ya no dependen de sí mismos, solo pueden ganar al Murcia el próximo sábado y esperar después otros resultados. Mientras, el paso por el Buesa Arena deja un sabor agridulce, mezcla de momentos extraordinarios y otros para el olvido.

Arrancó el encuentro con sopresa en el quinteto inicial del CAI Zaragoza. José Luis Abós dio el timón del equipo a Tabu y puso a Stefansson de titular por primera vez desde su lesión. El equipo no pudo empezar peor porque Shermadini no se enteró de la película y el Laboral Kutxa hizo lo que acostumbra: balones a Pleiss. El gigante alemán sacó dos canastas más adicional en las dos primeras acciones, provocando las dos primeras personales de un Shermadini blando en las dos zonas. El conjunto aragonés no defendió y recibió 23 puntos en los primeros seis minutos de juego, una sangría que hace imposible la victoria ante cualquier rival. Además, su ataque tampoco funcionaba y las diferencias pronto se dispararon en el marcador.

Por si Pleiss no era suficiente, apareció un inconmensurable Nocioni, un jugador de otro nivel, sin duda, que puso el marcador en un preocupante 21-4 mediados los primeros diez minutos. El partido pintaba realmente mal para un CAI Zaragoza completamente ausente. Sin embargo, el conjunto de José Luis Abós supo hacer bien dos cosas en ese momento: No ponerse nervioso y empezar a trabajar. El CAI debía buscar un equilibrio, recibir menos puntos de un Laboral Kutxa tremendamente acertado, y mejorar sus propios porcentajes, de inicio bastante pobres.

LA REMONTADA Llompart puso orden en ataque y Rudez demostró que ha alcanzado su mejor momento de forma. A través de una mejor defensa, recuperando balones, no permitiendo segundas jugadas, el CAI pudo encontrarse a sí mismo en el partido e ir poco a poco recortando distancias, sobre todo elevando sus números desde el triple, nefastos en el primer cuarto. La recuperación del CAI fue realmente extraordinaria: 19 puntos en 13 minutos. Con Shermadini sentado por personales y por su nula aportación, fueron los pequeños los que tiraron del carro y lograron poner a los aragoneses por delante antes del descanso (39-41).

A partir de ahí se vieron casi 20 minutos de encuentro disputado. Pleiss campó a sus anchas durante toda la mañana y Nocioni siguió siendo Nocioni. Poco más ofreció el Laboral Kutxa aparte de un poco más de intensidad defensiva. El CAI siguió peleando a base de triples, con una anotación repartida y buena capacidad para recuperar y correr. Regresó Shermadini para cometer tres personales más, todas ellas en ataque, dos en bloqueos. El CAI tuvo opciones hasta el final. Con 84-83 a falta de 2.25 desaprovechó dos ataques consecutivos para tomar el mando y, después de un triple de Nocioni (87-84), Roll tuvo el suyo desde la esquina, solo, pero lo escupió el aro y se acabó el partido. Shermadini cometió la quinta personal y el Laboral Kutxa aprovechó para ampliar su ventaja y mejorar ligeramente su average. Puede resultar decisivo para entrar en la Copa del Rey la próxima semana.