Como no, los hermanos Espargaró, Aleix, a la derecha, y Pol, inseparables en la alegría y en el dolor, en la pista y fuera de ella, se han autofotografiado, la última moda de las redes sociales, para celebrar, aunque hay poco que celebrar, la exitosa operación a la que el doctor Xavier Mir, del Institut Universitario Quirón-Dexeus, de Barcelona, sometió ayer a 'Polyccio', después de que el pequeño de la familia se fracturara, con auténtica mala suerte, la clavícula izquierda en la última hora de entrenamientos de pretemporada celebrados en el circuito de Doha (Catar) donde, la semana que viene, arranca el Mundial de motociclismo.

La intervención quirúrgica resultó un éxito, aplicándosele al piloto de Granollers una placa y seis tornillos de titanio en el hueso, ya que además de fractura había un desplazamiento del hueso. Según el doctor, si en las próximas 48 horas no hay ninguna complicación, la presencia de Pol Espargaró en el primer gran premio de la temporada está asegurada. Ahora habrá que ver en qué condiciones físicas.

'Polyccio' no será el único piloto de la parrilla que correrá en la noche de Doha mermado en sus facultades físicas, ya que Marc Márquez, que desde hace cinco días ha abandonado sus muletas tras la doble fractura que sufrió en su peroné derecho hace cuatro semanas, reconoció ayer que no estará al ciento por ciento en el arranque del campeonato, como tampoco los estará, según reconoció también ayer en un acto promocional de uno de sus patrocinarios, el subcampeón Jorge Lorenzo, que ha sido intervenido varias veces este invierno para solucionar sus diversos problemas en la clavícula.