La etapa de Ángel María Villar Llona (Bilbao, 21 de enero de 1950) al frente del fútbol español, que se inauguró en 1988, al tomarle el relevo a José Luis Roca, ha sido tan exitosa a nivel de resultados de la selección (el torneo olímpico masculino de los Juegos Olímpicos de 1992, las Eurocopas del 2008 y el 2012 y el Mundial 2010), como polémica en el tiempo, después de 29 años en la presidencia, seis elecciones y ocho mandatos.

El dirigente bilbaíno, de 67 años, ha superado seis elecciones como candidato único. En las dos que tuvo rival ganó a Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza, en 1988, y a otro exsecretario general de la RFEF, Gerardo González, en 2004.

PULSO CON EL GOBIERNO

Durante su periodo al frente del fútbol español, que llegó a combinar con la vicepresidencia de la FIFA (donde escapó a la limpieza que costó el cargo a Joseph Blatter) y el cargo de presidente en funciones de la UEFA, en el 2016, se ha cuestionado su gestión, las subvenciones concedidas a distintas territoriales, el funcionamiento del colectivo arbitral. También sostuvo un enfrentamiento abierto en diferentes etapas con el gobierno español sobre su sucesión en el cargo. El gobierno intentó sin éxito con una reforma en el 2007 para que abandonara el cargo, de la que Villar escapó con una candidatura apoyada por el 80% de los votos.

Villar fue reelegido el pasado 22 de mayo, extendiendo su mandato hasta el 2020, después de presentarse como candidato único tras la renuncia de su rival en el proceso electoral, Jorge Pérez, el exsecretario general de la federación, al no reconocer a los asambleístas supuestas irregularidades en el voto por correo y en la contabilización de votos llegados fuera de plazo.

Después de 29 años en el ojo del huracán, Villar volvió a recibir el apoyo unánime de la asamblea: con 112 votos a favor, 6 nulos y 11 en blanco de los 139 asambleístas con derecho a voto.

SUBVENCIÓN CONGELADA

Las elecciones tenían que haberse llevado a cabo en el primer cuatrimestre de 2016, pero el incumplimiento por parte de la RFEF de la orden ministerial que regula las elecciones en las federaciones, las aplazó año y medio.

El juez Pedraz ha decidido actuar, finalmente, ante las tres querellas que existían sobre Villar y la Federación, imputados por prevaricación, malversación y apropiación indebida de dinero público por valor de 1,2 millones de euros por el ‘Caso Haití’ y también por el presunto trato de favor al Recreativo de Huelva y el Marino para que no bajaran de categoría por deudas.

Las irregularidades económicas y deficiencias en el control y gestión de subvenciones, que afectan a más de 20 millones de euros acreditadas por el tribunal de Cuentas llevaron al Consejo Superior de Deportes a congelar la subvención de la Federación.