Ilias Fifa, campeón de Europa de atletismo en 5.000 metros, ganó la medalla de oro en el 2016 «merced al consumo de sustancias ilegales importadas de Estados Unidos», según los informes de la UDEV de la Policía Nacional, responsable de las investigaciones abiertas contra el atleta por delitos contra la salud pública (dopaje). En las conversaciones telefónicas del sumario, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, otro de los implicados, el atleta El Mahdi Laoufi, asegura que Fifa, nacido en Marruecos y nacionalizado español en el 2015, le confesó el secreto de sus grandes éxitos en la pista: «Mira, hermano, esto es lo que hay, no te voy a mentir… En las rodillas, en el muslo, todo mezclado... No me encontraron nada en seis días. Leí unas oraciones del Corán y me dije, que sea lo que Dios quiera. No me pudieron encontrar nada, me analizaron la sangre cuatro veces y no encontraron nada. Viene de Estados Unidos, oculta eso y además te da fuerza y potencia».

Los investigadores sostienen que entre los productos dopantes que usaba Fifa estaba la EPO, Actovegin (plasma de ternera) y especialmente el TB-500, un fármaco inyectable utilizado para que los caballos de carreras superen sus molestias en días de competición. En otra grabación policial, el mismo atleta revela que «el otro día estuve con Mostafa y me dijo que se la trae de Estados Unidos». Se refiere a Mostafa Benslimane, el verdadero entrenador de Fifa y también acusado en la Operación Chamberí.

Además de la investigación de la justicia, del juzgado número 4 de Mataró, Fifa, corredor del Barça y vecino de Santa Coloma, se enfrenta a una petición de sanción de cuatro años por parte de la Agencia Española Antidopaje. En el sumario constan conversaciones de whatsapp en las que el campeón de Europa consulta cuándo y cómo doparse, siempre utilizando palabras en clave para referirse a los productos prohibidos, como «zapatillas», «dulces», «comida» o «juguete», según la policía. «Dios nos ayude con el Europeo, allí tendrás que ponerlo todo», le advierte su entrenador. Fifa le pregunta: «Lo de endulzar lo hago ahora o lo dejo para la sesión que viene, tengo que hacer un análisis completo, ¿cómo lo ves?». «Deja un pequeño dulce para dentro de tres días», le sugiere Benslimane. El atleta responde: «Lo de endulzarme es sagrado. No me lo quita ni el imán».

Los investigadores vigilaron durante meses a Ilias Fifa y sus colaboradores. En sus informes aseguran que le vieron realizar «entregas de lo que pudieran ser sustancias medicamentosas», que viajaba a entrenar a su país natal, Marruecos, «y recoge productos para llevarlos allí». También, que pide productos prohibidos a una farmacia de Andorra, que se los hace llegar en un taxi. Los agentes antidopaje aseguran, incluso, que Fifa «dirige y asesora» a otros atletas sobre cómo llevar a cabo su preparación ilegal. Siguiendo los pasos de Fifa, seis agentes viajaron hasta el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada en octubre del 2017. Y vieron como el campeón de Europa y un compañero de entrenamiento entraban en las instalaciones de un hostal cercano que aquellos días estaba cerrado al público y se cambiaban en un coche. De ahí que en sus informes los policías no descarten que ambos deportistas se inyectaran algún producto prohibido allí.

El sumario muestra que algunos integrantes del grupo, muchos de ellos jóvenes marroquíes nacionalizados y aspirantes a conseguir o conservar una beca deportiva, utilizaban incluso a sus parientes en ese país para tratar de traer productos dopantes a España. Fue el caso de la madre y la tía de uno de ellos. «La de 4.000 la necesito para el campeonato de Europa», le pide El Mahdi a su madre, Rabea, en alusión a la dosis de EPO que necesita para prepararse. La tía de ese atleta fue sorprendida en Algeciras cuando trataba de introducir EPO en España escondida en un coche aprovechando la operación Paso del Estrecho. Los atletas del grupo de Fifa en Cataluña comentan también el rendimiento de los rivales y se preguntan: «¿Qué estará comiendo Abu Farah?», en alusión a Mo Farah, campeón mundial y olímpico.