Si hay algo que ha caracterizando a la plantilla zaragocista durante la pretemporada ha sido la polivalencia. Hay un buen puñado de futbolistas capacitados para jugar en varias posiciones, lo que le permite a Imanol Idiakez disponer de un gran catálogo de posibilidades para armar un once titular. Su idea de juego parece clara; seguir creciendo bajo la filosofía del rombo y trufarla con sus matices. El sistema se ve reforzado por las variantes, pero hay un puesto específico donde existe una notable saturación de piezas, con hasta cinco opositores para una demarcación.

Es el vértice alto de la formación en rombo la que más posibilidades permite. Son cinco los futbolistas blanquillos que han ocupado esa plaza durante los partidos preparatorios. Uno de los más habituales en la mediapunta ha sido Oliver Buff. El helvético dejó patente, una vez más, su refinada calidad en momentos puntuales, como la asistencia de gol a Pep Biel frente al Villarreal. Buff es capaz de solucionar un partido con un chispazo, una faceta que le hace diferencial, pero es su falta de regularidad lo que impide tener una mayor influencia en el equipo. Otra posibilidad surge tras la irrupción de Alberto Soro, una sorpresa mayúscula para el Real Zaragoza, quizás un tanto imprevista. Su desparpajo durante los amistosos ha puesto en relieve que en la figura de este talento precoz se esconde una posibilidad real para ocupar los puestos de ataque.

Imanol Idiakez ha ubicado más a Soro en uno de los puestos de la delantera, aunque también ha disputado bastantes minutos en la mediapunta —su puesto más natural—. Su rendimiento le ha hecho ganarse una oportunidad con la primera plantilla, al menos para testar su cuajo con respecto a la tensión competitiva, algo muy distinto a los amistosos. Mientras, desde el club se aboga por tratar con serenidad a un futbolista especial. Del Aragón procede otro comodín para este puesto, un balear que se ha incrustado en el primer equipo después de un año reluciente en el filial zaragocista. Pep Biel se ganó el derecho a dar el salto tras consagrarse como uno de los mejores asistentes del arduo grupo III de Segunda B y demostrar sus aptitudes. Idiakez lo ha probado por detrás de los puntas, el puesto donde más rinde.

Otra posibilidad, solo puesta en práctica durante el partido ante el Leganés, es la de Jorge Pombo en el vértice superior del rombo. El tigre ha sido un habitual en la delantera, pero tuvo unos minutos en la mediapunta en los que Idiakez pudo testar las prestaciones del aragonés en ese puesto. Todavía no se ha recuperado en su totalidad de su rotura de fibras, pero la opción de Giorgi Papunashvili era la más convicente, al menos atendiendo a la teoría. El georgiano completó una fabulosa segunda vuelta el curso pasado, incrustado detrás de los puntas, y se estima que durante este año sea uno de los encargados de tener un peso importante en el ataque. Hasta cinco futbolistas de perfiles distintos pueden tener cabida en la mediapunta, por lo que Idiakez dispondrá de varias posibilidades en función del contexto del encuentro.