Vive Jorge Pombo horas complicadas en el Zaragoza, tras perder la titularidad en Pamplona ante Osasuna y sin que se selle un acuerdo para su renovación que lleva mucho tiempo sin que se logre la fumata blanca y con varios tiras y aflojas en estos meses. El mediapunta tiene ahora mismo contrato hasta 2020 (la renovación lo situaría hasta el 2021 o el 2022) y goza de un buen cartel en Primera, donde el Levante y el Getafe son, de largo, los clubs más interesados en él, aunque también el Villarreal o la Real Sociedad manejan el nombre del canterano y lo han visto en directo en muchos partidos.

De momento, no ha habido una oferta formal al Zaragoza por Pombo de un equipo de Primera, pero en el Levante, en la dirección deportiva que encabeza Tito y con Luis Helguera de secretario técnico, gusta mucho el mediapunta y es seguro que el club granota va a refozar su ataque para la próxima temporada. La continuidad de Tito y Helguera está a la espera de una última ratificación del club, pero todo parece indicar que van a seguir en sus puestos y ya han adelantado trabajo. A Clerc, lateral de Osasuna, lo tienen fichado. La categoría de plata es un mercado preferente para los clubs de Primera que no están entre los grandes y el Getafe, actual cuarto clasificado, se ha hecho un especialista en ello (Mata, Sergi Guardiola, Ángel..). Así, Pombo está en su punto de mira.

El canterano tiene ahora mismo una cláusula de seis millones y un contrato cuyo salario supera por poco el mínimo en Segunda, que es de 77.000 euros. La oferta zaragocista le subiría esa ficha, aunque aún quedaría muy lejos de los 400.000 euros que abona el club en la cesión de Álvaro Vázquez o en lo que asume de Marc Gual. Ambos, Álvaro y Gual, están entre los cuatro futbolistas que más perciben en forma de salario del Zaragoza. La intención de la entidad es que con el nuevo contrato la cláusula pase a ser de 10 millones, equiparándola a las de Papu o James, y dando más fuerza en la posición negociadora si hay una oferta por él.

DIFERENCIAS

«Llevamos seis meses de negociaciones y el club tiene unas limitaciones que hay que respetar. El que quiera estar en el Real Zaragoza, estará y el que no, no estará», dijo Lalo el 18 de diciembre sobre la renovación de Pombo, aunque al final del mercado de enero se mostró más optimista y con un discurso no tan frontal. Con todo, ha habido y sigue habiendo tiras y aflojas entre los dos lados y hace unos días desde el club se aseguraba que no había avances en la renovación.

Si Pombo no renueva, la posición negociadora del Zaragoza en verano será muy débil, ya que su contrato vence un año después, pero es que su renovación tampoco implicaría su segura continuidad. El club, si no sube y no hay otras fuentes de financiación, necesitará vender y Pombo, como cualquier jugador, también tiene en la mente jugar en Primera, aunque eso no es incompatible con el zaragocismo que siempre ha dejado patente. El canterano querría seguir muchos años en la entidad pero las necesidades del club y la progresión del futbolista, de 24 años, pueden determinar un futuro próximo donde también hay un cambio en su agencia de representación como otro factor a tener en cuenta.

Lalo, que anunció en noviembre un acuerdo verbal (el futbolista también decía por entonces que iba por buen camino la negociación), aseguró a finales de enero que a lo largo de este febrero se podría cerrar el pacto para la renovación de un jugador que ha disputado 27 partidos de Liga, 24 de ellos de titular (tres goles) y que ha ido de más a menos en su rendimiento. Con todo, para Víctor, como lo era para Idiakez y en menor medida para Alcaraz, que lo sentó en sus dos últimos encuentros como técnico, Pombo es un jugador importante, indiscutible si está a su nivel, con unas grandes condiciones físicas y técnicas, aunque tenga en la irregularidad su hándicap.