Ya hay quien dice en Portugal que a Luiz Felipe Scolari le han recomendado una empresa de mudanzas para que recoja los muebles del cómodo apartamento, un quinto piso con vistas al mar, en el que reside en la Costa de Cascais y se los lleve a Brasil. El consejo, dicho ayer con muy mala sombra por un taxista de Oporto que suele trabajar en el barrio de Boavista, es tan sólo el reflejo de la ansiedad futbolística bajo la que vive el país anfitrión desde su derrota ante Grecia en el debut. Portugal está al borde de un ataque de nervios y sólo le vale hoy la victoria contra Rusia en el estadio Da Luz de Lisboa (20.45 horas, TVE-1) para calmar tanta agitación.

Y las sensaciones que percibe el aficionado no son las mejores. El único consuelo que les queda a los portugueses es que Rusia está, tras la expulsión de la concentración de Mostovoi por sus declaraciones contra el seleccionador Georgi Yartsev después de perder con España, mucho peor que ellos. Por eso los seguidores coinciden, aunque sea por una vez, con Scolari. Un técnico cuestionado que ayer calificó el partido como "a vida o muerte".

AMENAZA DE CESE A Scolari sólo le vale ganar. Sabe que si fracasa, si Portugal no supera la primera fase, será destituido. Por eso cambió ayer de estrategia y culpó a la prensa de los males de su equipo. Acusó a los periodistas de menospreciar a Rui Costa al responsabilizarle de la derrota contra Grecia y de avivar la polémica entre Figo y Deco. Scolari olvida, sin embargo, que ha sido el propio madridista quien ha repetido en los últimos días, como hizo hace un año, que un jugador nacido en Brasil no puede representar a Portugal. Deco huye de la polémica y repite que debe ser Scolari quien decida.

Y todo apunta a que será titular. Scolari sacrificará a Rui Costa para dar entrada a Deco, el favorito de la afición en todas las encuestas publicadas en los periódicos portugueses. Simao también puede quedarse en el banquillo. Su lugar lo ocuparía Cristiano Ronaldo. "Yo no sé si la entrada de Deco y Cristiano Ronaldo mejora el juego. Sólo puedo decir que no veo a Deco como un enemigo que me puede quitar el sitio. Aquí todos somos un equipo", dijo ayer Rui Costa intentando transmitir una unidad que no existe por su culpa y la de Figo. Y todo este follón porque Deco ha nacido en Brasil. Pero Figo mantiene que "los himnos se aprenden, pero los sentimientos se llevan en el corazón". Lo dicho: mal rollo en Portugal.