El 'project fear', término nuevo con el que los británicos designan a los catastrofistas del 'Brexit', parecía haber contagiado los ánimos en la Premier League mientras se cerraba el mercado de fichajes. Sin la contratación de grandes figuras mundiales, la sensación de vértigo agitó durante unas horas. Ha durado poco. El desembolso de los clubs ronda los 1.500 millones de euros, la liga inglesa confía en mantener la hegemonía continental tras la temporada 2018-19 y poco parece importar que faltan menos de tres meses para romper con la Unión Europea. Los del 'project fear' pronostican un futuro negro para las islas británicas y, claro, también para el fútbol.

Se equivocan los alarmistas. La Premier sigue siendo la liga más rica del mundo y los clubes han alcanzado, otra vez, inversiones vertiginosas. Solo el Liverpool y el Chelsea apenas han gastado unas libras. Recién ascendidos como el Aston Villa han invertido casi 150 millones, algo imposible de concebir a la Liga española, salvo el Barça, el madrid y el Atlético.

CONSERVADORES Y REFUERZOS DEFENSIVOS

Al final, el único serial del verano en Inglaterra que ha terminado en movimiento de última hora es el de Romelu Lukaku que ha dejado el Manchester United y se ha ido al Inter de Milán por 80 millones. Pero no ha habido cambios en la situación de Pogba, que se quedará en Old Trafford a pesar del interés por el Real Madrid y la Juventus, y tampoco en los casos Sané y Eriksen. Los equipos han conservado más que arriesgado, aplicando la máxima de que si algo funciona mejor no tocarlo. Tampoco el azulgrana Coutinho ha cerrado lo que hubiera sido un retorno sonado a la Premier League que tanto lo admiró.

EL CITY TAMBIÉN SE REFUERZA ATRÁS

Pep Guardiola ha apostado para ganar poderío defensivo y ha traído músculo con Joao Cancelo de la Juventus, anunciado en las últimas horas del mercado, además de Rodri y Angelino, dando salida a Danilo y Delph. Pequeños grandes movimientos para mantener la excelencia, este año sin el gran capitán Vincent Kompany que tan importante fue en el tramo final de temporada pasada. Al final, el City ha gastado unos 170 millones de euros.

Sorprendentemente, justo lo contrario que el Liverpool, el equipo inglés que menos ha gastado. Los ganadores de la Champions League han sido conservadores invirtiendo unos ridículos 1,9 millones para dos jóvenes de perfil bajo, Van de Berg y Elliott (con 16 años el fichaje más joven de la historia de la Premier) y el sevillano Adrián del West Ham, que ocupará la plaza vacante de segundo portero dejada por Mignolet.

BAILE DE NOMBRES EN LONDRES

Más movido ha sido el verano en las oficinas de Londres, con comunicados de ultimísima hora. El Tottenham ha anunciado incorporaciones importantes, como la promesa del Fulham Sessegnon y el mediocampista Lo Celso cedido con compra obligatoria por el Betis. Ellos se unen al fichaje récord de Ndombélé para el que ha pagado 60 millones de euros.

También entretenidos han estado los Gunners de Unai Emery, que a pesar de los problemas económicos han sacado petróleo de bajo las piedras para renovar el equipo en casi todas las posiciones. Han anunciado al cierre el nombre del lateral Tierney del Celtic y es el equipo del top-6 que más se ha reforzado, con Saliba, Martinelli, Ceballos y Nicolás Pépé, este último por 80 millones.

El que ha vivido con más tranquilidad el cierre del mercado es el Chelsea, que no ha podido fichar debido a la sanción de la FIFA y solo ha utilizado la opción de compra que tenía sobre el cedido Kovacic por el Real Madrid. Los 'blues', oliéndose la salida de Hazard, ya habían reforzado la plantilla en el pasado invierno a la avanzada con Christian Pulisic del Dortmund.

Al final, lo que acabará decidiendo la hegemonía de la Premier League en Europa no serán los grandes nombres, sino los resultados, y todo apunta que a pesar de los movimientos del mercado, los favoritos siguen siendo los mismos. Como expresa la sentencia lampedusiana, cambiar todo para que nada cambie.