Alcañiz. Viernes por la mañana. En una tierra tan arraigada a la Semana Santa, el tambor y el bombo, como si de una procesión se tratase, miles de personas llegan a Motorland. Un hormigueo constante. El ronroneo de los motores es una bendición para los amantes de las motos, un momento único, irrepetible y sagrado. Música dulce. La provincia de Teruel, con epicentro en el circuito, se transforma. Es pura pasión, pura adrenalina y puro disfrute. Cumple 10 años el Gran Premio de Aragón, que comenzó por una afortunada casualidad del destino, y que se ha mantenido una década sin más explicación que el trabajo bien hecho. Algo fácil de decir, pero muy complicado de ejecutar.

Es una obviedad: el Mundial de MotoGP es una cita dinamizadora, un motor económico, un escaparate al mundo y una vía de escape por unos días, de esa España vaciada que tanto sufre esta zona de Aragón. Todo eso, tan bonito a la vista y a los oídos, se puede terminar. Mejor dicho, se va a terminar, porque lo dice el que manda. Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, empresa organizadora y dueña de los derechos del Mundial, sorprendió la semana pasada en Misano preparando el terreno para lo que viene. Nada oficial todavía, pero sí oficioso y que obliga a estar en alerta: «Tenemos que ver primero si las cuatro carreras españolas quieren seguir o no y yo no voy a poder ofrecer cinco carreras al año en la península, porque incluyo a Portugal, que también lo ha pedido, y la mejor idea que se nos ha ocurrido es rotar entre ellas. Con Portugal ya está hablado y saben que, si las cuatro españolas quieren seguir, entrará en rotación con ellas. Ahora hay que ir presentando esta propuesta a las carreras españolas, porque habrá 22 carreras a partir del año 2022 con tres en la península y con rotación», dijo al diario As.

TODO LO QUE SUPONE

Es decir, el GP de Aragón, cuyo contrato acaba en el 2021, no sería anual y pasaría a alternar con Jerez, Montmeló, Cheste y Portimao o Estoril. Todo ello suponiendo que ningún circuito renuncie. En Alcañiz hay preocupación por las palabras de Ezpeleta, pero también cautela. Eso sí, la noticia no ha sentado bien.

«No nos beneficia en nada porque hemos visto un antes y un después desde que el Gran Premio de MotoGP se realiza en Motorland. Preocupación todo el mundo tenemos. Además no solo son hoteles, cafeterías o bares, también supermercados, tiendas, gasolineras… todo tipo de servicios. Vienen más de 70.000 personas a esta zona», explica Juan Ciércoles, presidente de Teruel Empresarios Turísticos.

Ignacio Urquizu, alcalde de Alcañiz, ha encajado el anuncio «con mucho respeto» ya que Dorna «es una empresa privada». Por ello, la mejor forma de encarar esta situación es «usar la capacidad de convencimiento y seducción». «En estos 10 años hemos demostrado que podemos ser el mejor circuito del Mundial en organización. Tenemos un conjunto de elementos positivos que nos deben venir bien para convencer a Dorna de que Alcañiz puede tener un mayor número de grandes premios», asegura.

De momento, aboga por tener «prudencia y tranquilidad», porque «hasta el 2022 no será efectiva», aunque sí que la gente de a pie «nos transmite su apoyo» de cara a trabajar para que se mantenga en el Mundial. Sobre ello, no duda que todos los estamentos «van a luchar por ello».

Nieves Ballestero, gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Bajo Aragón, resalta que «hay mucha preocupación y cautela» y espera que los responsables políticos den un paso al frente porque «sería un mazazo para el territorio»: «Alcañiz está en una zona despoblada, la provincia de Teruel está en situación compleja, hay tensión con la central térmica…», recuerda. «MotoGP y las Superbikes son dos eventazos y nos permiten desestacionalizar ese turismo tan centrado en la Semana Santa», agrega.

En cuanto al impacto económico, Ciércoles se ciñe a un estudio que realizó la Cámara de Comercio de Teruel que asegura que por cada euro invertido se generan seis. «En Semana Santa o fiestas patronales viene gente, pero no hay tanta aglomeración ni se hospeda en tanta extensión. La MotoGP no solo son tres días, ya que llegan equipos a principio de la semana. Es un escaparate para la proyección turística que debemos aprovechar», sentencia.

Por último, Ballestero recalca que el área de influencia es muy extensa. El Bajo Aragón es el centro de la acción, pero el Bajo Martín, Maestrazgo o Matarraña «se llenan solos», por lo que beneficia a «30 kilómetros a la redonda» e, incluso, «en pruebas importantes el radio llega hasta Zaragoza». En definitiva, que «estamos disfrutando de una oportunidad única para el territorio». Y se luchará por mantenerlo.