El presidente de Grecia, Costis Stefanopulos, se declaró ayer dolido por la desconfianza mostrada hacia su país como organizador de los Juegos. "Debo decir que personalmente he sentido amargura cuando, más allá de los consejos equilibrados y justificados que nos daban el COI y los amigos de Grecia, me encontré con comentarios malévolos e irónicos que anticipaban un fracaso organizativo y se regocijaban por anticipado", dijo el político en su discurso de inauguración de la 116 Sesión del COI, en el Palacio de la Música de Atenas.

Lejos de hacer la intervención diplomática que cabía esperar en una ceremonia de este tipo, el presidente añadió: "Habrá que esperar a la clausura para comprobar si los Juegos han sido un éxito, pero lo que no puedo admitir es que se afirme que se cometió un error al conceder los Juegos a Grecia" El país, dijo, no pide "una recompensa" por ser la cuna del olimpismo, "ni tampoco indulgencia".

DEFENSA DE LA CUBIERTA "Lo que queremos", comentó, "es demostrar a todo el mundo nuestro compromiso y que siempre hemos sido conscientes de la seriedad de esta empresa". Stefanopulos se refirió incluso a las críticas formuladas por gastar grandes sumas en obras no estrictamente necesarias para las competiciones, como la cubierta diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava para el estadio olímpico. "También necesitamos las obras de arte", dijo tras aludir a que no era justo que "el exorbitante presupuesto de seguridad" se llevase todos los recursos.

Stefanopulos llegó a disculparse ante los miembros del COI por haberse desahogado ante ellos de esa manera, pero insistió en que necesitaba mostrarles cuáles eran sus sentimientos.