Más de 11.500 ciclistas de 47 países distintos volvieron ayer a disfrutar de la pasión de competir encima de una bicicleta en la XXIX Quebrantahuesos que no dejó indiferente a nadie. El evento cicloturista más importante a nivel nacional continúa batiendo récord tras récord con el paso de los años. Iván Saturde fue el primero en cruzar la meta de Sabiñánigo tras completar el duro recorrido de 198 kilómetros de la Gran Fondo en un tiempo de 5 horas, 43 minutos y 40 segundos.

El ciclista cántabro llegó emocionado a la localidad serrablesa tras 8 años sin competir en la prueba. A sus 49 años, Saturde sigue acumulando triunfos en tierras altoaragonesas. Con este primer puesto en la Quebrantahuesos ya acumula cuatro victorias en esta célebre carrera (2001, 2003, 2004 y 2019) aunque admitió tras llegar a la meta que iba a ser su última participación en la Quebrantahuesos. «Pregunté en casa si me iban a dejar participar en la última preparándome bien, y me dijeron que sí, que era la última», aclaró entre lágrimas. Además, el de Castro Urdiales es todo un experto en estas citas de fondo y ya se adjudicó este año la Orbea Monegros ante 8.000 participantes.

El segundo escalón del podio fue para el exciclista profesional Haimar Zubeldia, que entró a solamente cinco segundos del ganador (5.43.45). Los años no han pasado en las piernas del que fuese ciclista del Euskaltel-Euskadi entre otros equipos, ya que el vasco afrontó con una gran resistencia física la prueba y mantuvo una media de 37,72 kilómetros/hora. El tercer lugar fue para Pedro José Sánchez (5.47.25), que está en plena pelea por coronarse como campeón de la Copa de España Master.

A pesar del buen tiempo conseguido por los tres primeros clasificados, ningún corredor pudo superar el récord de tiempo que continúa en poder de Mikel Azparren cuando en 2007 alcanzó la meta con un tiempo de 5 horas 21 minutos y 5 segundos. En la categoría femenina, Claudia Galicia fue la ganadora al acumular un tiempo de 6.21.50 con 40.81 km/h. La deportista catalana es una todoterreno. Esta victoria en el ciclismo de carretera se une a un gran palmarés en el ciclismo de montaña y en el esquí de montaña. El segundo lugar fue para Amaia Urkidi (6.27.18), quien fue la ganadora de la prueba en dos de las ediciones anteriores (la del 2017 y del 2018).

EL DESARROLLO DE LA CITA

Además de alzarse con el triunfo en una prueba tan bien considerada a nivel nacional e internacional, lograr acabar la carrera es más que un premio merecido para todos. Los corredores consiguieron rehacerse del madrugón (el pistoletazo de salida de la carrera fue a las 7.15) para comenzar la exigencia de la ruta escalando en primer lugar el puerto del Somport.

El mítico puerto aragonés que abre las puertas a Francia acogió a los primeros escapados a partir de la hora y media de recorrido siendo Darío Gadeo el más rápido. Junto a él asomaba Alberto Contador, que sigue manteniendo una forma envidiable y se mantuvo entre los 20 primeros durante el segundo pico importante de la carrera, el Marie Blanc, virtuoso largo escenario de legendarios esprints en el Tour de Francia. Tras serpentear entre los paisajes más bellos del Pirineo galo y aragonés, los corredores afrontaron el exigente Portalet, que sirvió para que Saturde abriese ventaja con el resto del pelotón. El cántabro estuvo acompañado en todo momento de un Zubeldia que según el ganador fue pieza clave en su victoria. «El gran dominador de la prueba ha sido Haimar. En todo momento me ha asesorado y si él hubiese querido ganar lo hubiese conseguido», confirmó Saturde.

Por último se llegó a Hoz de Jaca antes de afrontar los 34 kilómetros de bajada hasta Sabiñánigo. En la localidad altoaragonesa los vecinos dieron el apoyo a base de cánticos antes de que los ciclistas dieran su último aliento después de 3.500 metros de desnivel en sus piernas. Una jornada en la que la climatología acompañó con sol y calor en todo momento y no ocurrió ninguna caída de gravedad. Tras finalizar la carrera, el ambiente festivo continuó durante todo el día en Sabiñánigo, que albergó hasta a 30.000 personas.